“Con fundamento en estrictas y elementales razones de naturaleza humanitaria, corresponde de manera extraordinaria y excepcional hacer lugar al beneficio de la excarcelación.” Así argumentó el juez federal de Jujuy Esteban Hansen su decisión de autorizar a Claudia, una boliviana de 33 años, a permanecer en su domicilio cercano a Santa Cruz de la Sierra junto a sus tres hijas mientras avanza la causa en su contra por “tráfico de estupefacientes”. Se trata de la mujer detenida cuando transportaba droga para conseguir dinero para costear el tratamiento de su hijo de 13 años con cáncer.

A Fernando o “Chumita”, como le decían al hijo de Claudia, le detectaron un tumor en su pierna en septiembre del año pasado. La mujer necesitaba 700 dólares para cubrir el tratamiento oncológico. No los tenía y la desesperación la empujó a aceptar la propuesta de un grupo narco para transportar dos valijas de doble fondo cargadas de droga.

El intento de la mujer por conseguir el pago, que no alcanzaba a cubrir el costo total del tratamiento, fue frustrado por la Gendarmería al detener el micro en Ledesma. Fue acusada por “tráfico de estupefacientes” y quedó detenida en el penal de Güemes en noviembre del año pasado. 

Claudia, quien dio a luz a su hija Sheila en ese penal salteño, había sido autorizada en octubre pasado a visitar a su hijo. El juez atendió las razones humanitarias que invocaron sus abogados y la mujer pudo entonces viajar a Montero, el pueblo ubicado a 50 kilómetros de Santa Cruza de la Sierra, donde viven también sus otras dos hijas de 4 y 12 años. Chumita, a quien le habían tenido que amputar una de sus piernas, murió días después del reencuentro con su madre.

El permiso de salida del país otorgado a principios de octubre por Hansen se extendía por 30 días, en los cuales la procesada debió presentarse cada 72 horas ante la justicia boliviana para dar parte y cumplir con las condiciones acordadas entre el Ministerio Público de la Defensa y la Defensoría del Pueblo boliviano. En tanto, el trámite de excarcelación avanzó a pedido de la defensa y debió esperar la comprobación de domicilio con las autoridades bolivianas, algo que finalmente se cumplimentó para que el fiscal jujeño Federico Zurueta aceptara el pedido de la defensa. 

El juez Hansen se pronunció finalmente en el mismo sentido que el fiscal al considerar que no existe posibilidad de fuga –“la encartada cumplió estrictamente con el deber de permanencia en su domicilio”, destaca el fallo– o de entorpecimiento de la causa al momento de dar el beneficio de excarcelación. El magistrado también valoró “las especialísimas particularidades del presente caso y las circunstancias personales y familiares”, por lo que habilitó la excarcelación a pesar de que la pena que podría recaer sobre Claudia excede el límite indicado por el Código Procesal. 

“Con fundamento en estrictas y elementales razones de naturaleza humanitaria, corresponde de manera extraordinaria y excepcional hacer lugar al beneficio de la excarcelación impetrado en el presente incidente, bajo caución juratoria de la causante, atento la situación socio-familiar, económica y laboral de la misma”, sostuvo Hansen en su fallo.