En las tomas estudiantiles del 2017 una de las grandes demandas de lxs secundarixs fue la aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral. A partir de ese reclamo, la Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña convocó a un grupo de expertas lideradas por la filósofa feminista Diana Maffía que generó una serie de propuestas tituladas “Educación Sexual para decidir” (en consonancia con el lema de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito) en donde se pide que el gobierno porteño muestre efectivamente la voluntad política de aplicar la ley y, además, entre otras medidas se recomienda la participación concreta de estudiantes y la elección de representantes (como si fuesen embajadoras/es de la ESI) que garanticen el efectivo cumplimiento de su derecho a la información. 

“Quienes se habían opuesto a la legalización del aborto dijeron que había que hacer educación sexual pero cuando fracaso la educación sexual se empezaron a oponer a la ESI. Por eso es muy importante pensar la educación sexual como un derecho de niños, niñas y adolescentes. Y la obligación de garantizar los derechos en el nivel inicial, primaria, secundaria y terciaria es del Ejecutivo. Hubo un debate plural garantizado en la Legislatura y muy generoso. La mayoría de las integrantes no eran oficialistas pero dieron lo mejor de sí con propuestas prácticas con mucha experiencia en la escuela. Ahora vamos a poder ver si se siguen o no estas políticas con esta ley que tiene doce años, pero que todavía es costosa”, resalta Diana Maffía. 

El comité estuvo integrado por Martha Rosemberg; Fernando Sigman; Cora Steingber; Marisa Miodosky; Mabel Bianco; Pao Rafetta; Laura González Velasco; Beatriz Mordoh; Livia Ritondo; Silvia Kurlat; Mara Brawer; Claudia Bani; Graciela Tejero Coni; Agostina Mileo; Gabriela Ramos; Maximiliano Ferraro; Tamara Vinacur; Andrea Bruzos Bouchet; Ana Maria Bou Perez y Soledad Acuña. En principio le recomendaron al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta: “Hacer una explícita comunicación  de la voluntad de aplicar ESI en todos los niveles educativos y todas las formas de gestión, tal como marca la ley (…) para una eficaz comunicación”. En la Ciudad de Buenos Aires, además de la ley nacional 26.150, rige la ley porteña 2.110 (las dos aprobadas en el 2006) por lo que la obligación normativa es doble. Por eso, este comité pide que el Ministerio de Educación porteño designe una coordinación de ESI y un presupuesto específico. Además que haya planificación de corto y largo plazo y un monitoreo a cargo de una comisión técnica con participación de organizaciones de la sociedad civil. Y que se evalúe el cumplimiento de la ESI en las escuelas de gestión pública y privada. 

En relación a la capacitación para fomentar a lxs docentes se va a promover los ascensos a quienes se hayan capacitado y garantizar la jerarquía de los espacios de capacitación en ESI. Pero además se propone la creación de un profesorado específico en Educación Sexual Integral. Pero lo más innovador es que aparecen los y las estudiantes como garantes de sus derechos a conocer métodos anticonceptivos, su derecho a la identidad sexual y el apoyo para poder tener herramientas contra el abuso sexual. La propuesta es formar promotores de ESI entre alumnas y alumnos y vincularlos con los centros de salud (algo que podría acercar la posibilidad de acceder a métodos anticonceptivos y preservativos), entre otras cosas. “Los alumnos que reciben formación en ESI aprenden a deconstruir estereotipos de género, evitar la violencia y formarse en una cultura crítica. Pueden desafiar la autoridad o denunciar abusos de poder o prácticas patriarcales en los docentes y la escuela. Es importante la formación de quienes los educan para una buena escucha de esos cuestionamientos y resolverlos en una cultura del cuidado”, apunta el informe “Educación sexual para decidir”.

“Es muy importante la participación de los alumnes porque los contenidos están en la ley y estamos discutiendo una implementación más eficaz -destaca Maffía-. Espero que se haga realidad en la Ciudad de Buenos Aires. Tuvimos un compromiso feminista para que los niños, niñas y adolescentes reciban Educación Sexual Integral y se garanticen sus derechos”.