Mientras los esfuerzos de la dirigencia deportiva se acentúan para procurar que la final de la Copa Libertadores entre River y Boca transcurra como una fiesta deportiva, el presidente Mauricio Macri sigue en otra sintonía. Primero pidió jugar con visitantes, obviando la realidad de un fútbol argentino que los viene permitiendo a cuentagotas porque la violencia sigue ampliando una escandalosa lista de muertos que el último sábado agregó el nombre de Luis Cabrera, asesinado en el estadio de Unión, tras el empate entre el equipo local y Patronato, en un aparente ajuste de cuentas entre barras tatengues. Esa trasnochada idea de que haya público del Xeneize y del Millonario en ambos partidos cuando la realidad muestra que la violencia en el fútbol nacional reaparece con harta frecuencia fue desechada oficialmente ayer en la reunión que mantuvieron Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici con el titular de la AFA, Claudio Tapia. Mientras este trío de dirigentes intentaba transmitir con gestos y palabras que el Superclásico no es ni más ni menos que una contienda deportiva, Macri volvió a poner sus mejores esfuerzos para calentar la previa. Durante una visita al laboratorio Cassará, en el barrio de Mataderos, en una charla con algunos empleados que se identificaron como hinchas de Boca, Macri les preguntó: “¿Cómo estamos para el sábado?”, mientras saludaba uno por uno a los trabajadores, a quienes identificó como “la pesada”. “¿La mayoría es de Boca? Esta vez se nos tiene dar, este culón de Gallardo no puede con el VAR”, les dijo el Presidente a los empleados. El diálogo del jefe de Estado con los trabajadores se pudo ver en las historias de la cuenta oficial de Macri en Instagram, como broche de oro para un comentario que va justo en la dirección opuesta a la que se dirigen los esfuerzos de la Conmebol, de la AFA, de los directivos y los jugadores de River y Boca.

  • La hora señalada. Horas después del penal en contra pateado por Macri, Tapia oficializó que la final de la Copa Libertadores no tendrá público visitante y que por acuerdo con la Conmebol se disputarán los sábados 10 y 24 de noviembre, a partir de las 17. “Los clubes han llegado a un acuerdo”, dijo Tapia, en una conferencia de prensa conjunta con D’Onofrio y Angelici.

Los dirigentes indicaron que la medida de permitir la presencia de público visitante “puede generar inconvenientes a ambos clubes, porque además de los 4000 lugares, deberían organizarse pulmones y restringir así otras miles de ubicaciones, acotando considerablemente el espacio disponible para el local”. Diplomáticos, tanto Boca como River agregaron que “valoran y reconocen el interés del presidente Mauricio Macri por promover el público visitante en estas dos finales”. “Creo que la decisión y la opinión del Presidente es algo que agradecemos, también al Ministerio de Seguridad que nos comunicaron las garantías del caso”, explicó D’Onofrio. Además, los presidentes de Boca y River coincidieron: “Invitamos a vivir con paz, con pasión y en convivencia, sabiendo que somos rivales y no enemigos”.

Respecto de la fecha y hora, D’Onofrio reconoció que hicieron “gestiones para cambiar por el pedido de un sector de la comunidad judía, pero hay razones de la Conmebol y Seguridad por las cuales se fijaron ese día y ese horario”.

“Aceptamos a Conmebol, pero nos hubiera gustado la consulta a la AFA porque, más allá de esta final que trasciende fronteras, también en Argentina se juegan la Superliga y el ascenso, donde hacía mucho tiempo donde se programaban con anticipo los partidos. Sacando eso, es una decisión de la autoridad competente, que es la Conmebol”, dijo Angelici.

Sobre la importancia que tendrá este cruce en el mundo del fútbol, tanto D’Onofrio como Tapia y Angelici valoraron lo que significará para la historia del deporte. “Es un partido que se está dando por primera vez en la Copa Libertadores, antes era imposible. Sin dudas que es muy lindo, que todos los hinchas de los dos clubes tenemos que disfrutar muchísimo, tenemos el honor de jugar la final de la competencia más importante, pero con ese espíritu. La gente tiene que entender que esto es para disfrutarlo, todo lo que sea precompetición, que entienda que esto es un juego, que aquí está la pasión, que acá no va la vida”, indicó el presidente de River.

“No hay antecedentes en el mundo que hayan llegado los más representativos del fútbol local a una final”, destacó Tapia.