La estrepitosa caída del salario real por la devaluación y la suba del costo de la vida presiona a los gremios a reabrir nuevamente las paritarias. Un análisis de los sueldos de seis sindicatos representativos por su cantidad de trabajadores –como Comercio, Construcción, Estatales– o por su inserción en la estructura económica muestra que incluso aquellos que consiguieron compensaciones salariales en los últimos tres meses deberían obtener ahora, entre noviembre y diciembre, nuevos adicionales de entre el 8 y el 14 por ciento para empatarle a la suba de los precios.

La semana pasada hubo tres reajustes en esa dirección. Hugo Moyano firmó un adicional que llevará los aumentos salariales de los Camioneros al 40,5 por ciento anual. El dirigente de la CGT y de Sanidad Héctor Daer acordó el extra más alto, que pone el aumento anual de su gremio en el 45 por ciento. La Corte Suprema, a su vez, definió que la recomposición de los judiciales será del 40 por ciento y pidió fondos extra al Poder Ejecutivo para costearlo. Los tres acuerdos son una señal para que un segundo pelotón de sindicatos redoble esfuerzos antes de las Fiestas.

El informe, elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que dirige Hernán Letcher, toma los convenios de Uocra, Comercio, Estatales, Gastronómicos, Gráficos y Metalúrgicos. En los seis casos constata la situación de pérdida salarial de este año. Por otra parte, al graficar su devenir en todo el ciclo de gobierno de Cambiemos queda muy nítido que la característica propia de esta gestión ha sido el abaratamiento de los sueldos.

La Remuneración Normal y Permanente –una categoría oficial elaborada por el Ministerio de Trabajo que expresa el promedio de los salarios registrados– ha caído casi 11 puntos en su poder adquisitivo promedio desde 2015 a 2018, en relación con el índice de precios (en este caso, el informe toma la inflación del IPC-CABA, la del Indec y las estimaciones del REM-BCRA). Cuando se compara el promedio de 2018 con el de 2017, la pérdida es de 7,3 por ciento. Finalmente, si lo que se mide es diciembre contra diciembre, los salarios perdieron 17,7 por ciento (diciembre de 2018 vs. diciembre de 2017) y 21,3 por ciento (diciembre de 2018 vs. diciembre de 2015). El CEPA lo plantea también en números concretos: en 2015, con un salario promedio se adquirían bienes por el equivalente a 40.494 pesos. Hoy el mismo salario, depreciado, alcanza para comprar sólo por 36.151 pesos. 

El gremio de los trabajadores de Comercio es muy numeroso y, al mismo tiempo, sus niveles de empleo son muy sensibles a las posibilidades de consumo de la sociedad. El gráfico correspondiente a los salarios del sector (ver aparte) muestra que el poder de compra de los empleados de Comercio tiene caídas abruptas (por los aumentos de precios) y picos (en los momentos en que se concreta el pago de los aumentos paritarios), pero si se mira su desarrollo a lo largo de los últimos tres años se ve que a partir de 2016 cada pico es más bajo que el anterior, y cada caída se ubica a su vez siempre más hondo. Es decir que hay un movimiento por el que desde la asunción de Cambiemos los sueldos van sufriendo caídas de las que no llegaron a recuperarse totalmente: a lo sumo, mantienen un par de meses su poder de compra, que luego queda fijado en un escalón inferior.

El cuadro de Comercio usó como guía el sueldo de la categoría vendedor B. En este momento, para que los sueldos logren empatar la suba de los precios, ese empleado necesitaría un adicional del 9 por ciento. Sin embargo, si lo que se mira es toda la gestión macrista, tomando como punto de partida diciembre de 2015, la pérdida salarial es considerablemente más alta: del 14,7 por ciento. 

En los seis casos analizados por el CEPA se observan dos momentos en que los salarios sufrieron una pronunciada caída en tobogán: el verano de 2016 –con la gran devaluación del peso del comienzo de la gestión de Cambiemos, luego trasladada a los precios– y los meses de septiembre y octubre de este año, con la nueva devaluación y el consecuente aceleramiento de la inflación.

Amenaza de despidos

Otro aspecto que muestra el informe es que las negociaciones han estado condicionadas por un contexto de despidos: desde la asunción de Mauricio Macri hubo 109.365 estatales cesantes, 80.690 desvinculaciones en la construcción, 39.752 acumulados en el rubro Comercio. Estos números son de despidos brutos, es decir que no computan la cantidad de nuevos puestos de trabajo creados –por ejemplo, en el caso del empleo público y de la construcción, el nivel de empleo se recuperó y en los dos casos hoy es levemente superior al 2015– porque a efectos de la discusión salarios vs. empleo estos niveles de rotación tienen efectos disuasorios sobre la intensidad del reclamo salarial: claramente no es lo mismo negociar salarios en una época de estabilidad laboral que en medio de una ola de despidos. 

La amenaza de la desocupación volverá a marcar, en este sentido, las negociaciones de los meses que vienen, que tendrán como telón de fondo el Presupuesto de déficit cero acordado con el FMI.

El detalle de cómo están los salarios gremio por gremio muestra que, incluso en los casos en los que hubo recomposiciones, éstas no alcanzan para cubrir la inflación.

  • Construcción (Uocra): el convenio paritario va de abril a abril. El acuerdo original fue del 15,5 por ciento de aumento; luego se realizó una actualización que implica un incremento del 5 por ciento en septiembre, 3 en noviembre y 3 en enero, acumulativos. Así se llegó al 27 por ciento. Hay una cláusula de revisión para diciembre.
  • Metalúrgicos (UOM): acuerdo abril-abril. Originalmente la UOM firmó por el 15 por ciento y en septiembre obtuvo un nuevo aumento del 5 por ciento (que quedó licuado por una inflación, en el mismo mes, de 6,5 puntos). La caída del poder adquisitivo fue del 11,6 por ciento en relación al promedio de 2017. Si se compara con 2015, los salarios de los albañiles se depreciaron un 17,8 por ciento. La comparación marzo 2018 con marzo de 2019 (el punto de partida para negociar la próxima paritaria) da que la caída será de 17,5 por ciento.
  • Estatales (UPCN): la paritaria rige de junio a junio. Al 15 por ciento inicial, fijado en aquel momento como tope por el Gobierno, se sumaron pagos por única vez de 2 mil pesos en octubre y 4 mil en noviembre. La caída con respecto al 2017 fue del 14,4 por ciento. En mayo, si no hay adicional, la pérdida salarial será del 20,6 por ciento (comparada con mayo de 2017).
  • Gastronómicos: también va de junio a junio. El acuerdo fue de un 25 por ciento.
  • Gráficos: de abril a abril, acordaron 18,45 por ciento. Recientemente sumaron un aumento que llevó la paritaria al 31,84 por ciento. Tienen una cláusula de revisión para diciembre.

Finalmente, hay poner la mirada en cómo quedan los números en el último mes de cada acuerdo, ya que ese es el punto desde el que se comenzará a negociar la paritaria próxima. En todos los casos, la pérdida de poder adquisitivo supera el 13 por ciento.


Estimación del poder adquisitivo del salario del sector Comercio. Período 2015 a 2018


Estimación del poder adquisitivo de la Remuneración Normal y Permanente estimada. Período 2015 a 2018