El empresario Ibar Pérez Corradi, detenido desde 2016, fue condenado por el Tribunal Oral Federal Nº 8 a 7 años de prisión por tráfico ilegal de efedrina entre los años 2004 y 2008, que desviaba hacia bandas de narcotráfico para la producción de drogas de diseño. Los jueces Nicolás Toselli, Sabrina Namer y Gabriela López lo declararon culpable de la importación de 9800 kilos de efedrina a través de la firma Farmacéuticos Argentinos S.A. y de otros 1900 kilos a través de Guillermo Ascona.

Pérez Corradi, quien había sido capturado en Paraguay hace dos años, comenzó a ser juzgado el 13 de septiembre pasado, en una de las tantas causas vinculadas al tráfico ilegal de efedrina. El fiscal Marcelo Colombo había reclamado una pena de diez años de prisión. Según trascendió, se tuvo en cuenta su rol de arrepentido en el marco de la investigación.

En forma paralela, Corradi también había sido investigado por el “triple crimen” de Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, causa en la cual el Gobierno también lo había presentado como arrepentido, y en la cual la jueza María Servin de Servini de Cubría le había dictado la falta de mérito, en 2016, decisión que luego revocó la Cámara Federal, en mayo 2017, tribunal que pidió que continuara la investigación.  Por aquel triple crimen, ya fueron condenados a prisión perpetua en 2012 los hermanos Víctor y Marcelo Schillaci; así como Cristian y Martín Lanatta, también procesados por el tráfico de efedrina.

El empresario farmacéutico, mientras tanto, tiene otro procesamiento por lavado de dinero, dictado por el juez Sebastián Casanello, quien sospecha que lavaba las ganancias obtenidas con la efedrina comprando cheques y financiando a laboratorios.