El Presupuesto para 2019 admite que la economía seguirá en recesión, con una estimación de caída del PBI del 0,5 por ciento, aunque hasta el Fondo Monetario anticipa una baja mayor, del 1,7 por ciento. Con el objetivo de alcanzar la meta de equilibrio fiscal primario, el Gobierno llevará a cabo una fuerte reducción de partidas para obras de infraestructura, salud, educación, vivienda y desarrollo urbano (por ejemplo, cloacas y agua potable), entre otras. El proyecto define una reducción equivalente a un punto del PBI en el gasto social, con lo cual el recorte real alcanzaría al 10 por ciento en tan sólo dos años. El stock de deuda alcanzará el año próximo los 315.698 millones de dólares y el pago de intereses representará el equivalente a 596.000 millones de pesos, con un alza interanual del 50 por ciento.