El acto se abrió con la lectura de la resolución “0318 reservado” de la Armada, que expresa que ante “la falta de contacto operativo” con el ARA San Juan, se ordena “a todas las unidades navales” de la fuerza que naveguen en el área donde se tuvo el último contacto con la nave que realicen tareas de búsqueda “siempre que estén aptas para hacerlo”. La ambigua decisión, que se funda en las normas de un tratado internacional firmado en Hamburgo en 1979, señala que la disposición tendrá vigencia “hasta tanto el submarino sea encontrado”. 

La resolución se toma en un momento en el cual, a un año de la desaparición del submarino, entre los familiares crece la convicción de que la empresa Ocean Infinity dejará en estos días, en forma definitiva, la búsqueda con medios técnicos idóneos, como han reclamado siempre, sin ser escuchados convenientemente por el gobierno. Cuando en la misma resolución leída ayer en la apertura del acto, se da a entender que la búsqueda, en todo caso, quedará en cierto modo, librada al azar del hallazgo por medio de un barco que pase por el lugar correcto que no se ha logrado establecer con la tecnología de punta.