Con una publicación en Instagram, y una foto en la que se lo ve, con gesto amoroso, besándose con su pareja desde hace tres años, el diputado del Movimiento Evita, Leo Grosso, decidió hoy salir del closet. Eligió también con amorosidad la fecha: el Día de la Militancia, que coincide este año con la Marcha del Orgullo LGBTIQ. “Soy Marica, y así elijo nombrarme, como decía el compañero Carlos Jáuregui, ‘en una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política’”. Al closet no nos empujan nunca más, feliz día de la militancia!!”, escribió en el cierre de su posteo, donde explica las razones para contar públicamente, lo que en su entorno familiar, de amistades y militancia, sabían hace tiempo. En diálogo con Página 12, se explayó, emocionado, por este paso, personal y político. “Me decidí por la situación que estamos viviendo, porque hay un contexto hostil en la Argentina y en la región, un rebrote fascista. Salir del closet es un proceso, uno se tiene que sentir tranquilo. Y en ese marco, siento que es una obligación hacerlo, hacerlo visible, para ayudar a otros, a otras, a otres, a transitar ese camino”, contó a este diario.

Tiene 35 años y desde los 17 milita. También, más o menos desde esa edad, que en la política tuvo que ocultar su orientación sexual, salvo en su círculo más cercano de militancia.

¿Le daba miedo decir que “soy marica” en el ámbito político por la repercusión que pudiera tener?

-No sé si es miedo. La política es re jodida, es patriarcal, los códigos son machistas. La orientación sexual disidente se usa para descalificar. En 2014, estaba acompañando el corte de la General Paz que hacían trabajadores despedidos de la ferroviaria EMFER – TATSTA , y repudié la represión que había ordenado el Gobierno y (Sergio) Berni, que era secretario de Seguridad, dijo que yo no tenía suficiente testosterona para decírselo de frente, algo así. No recuerdo exacta la frase pero se siente, duele. No es fácil. Es difícil de explicar. La política se maneja con códigos de los varones heterosexuales. Hace un año, creo que fue, un compañero de una organización hermana, me dijo por Twitter “traga leche”. Y cuando mis compañeros de organización salieron a responderle homofóbico, dijo “uy, no sabía”. La dirigencia de esa organización me vino a pedir disculpas, pero las disculpas se piden públicamente. Estamos tratando de avanzar con la sanción del cupo laboral para personas trans, y no te lo dicen de frente, pero lo están frenando en distintos bloques. Hoy el Congreso no se ilumina con la bandera del Orgullo Gay porque aunque en Diputados se apoyó la decisión, en el Senado no se le dio respaldo. La descalificación política a través de la orientación sexual es una constante en la política si saben si sos puto o no. Da igual.

A su familia, su madre, su padre, su hermana melliza y sus dos hermanos menores, Grosso se lo contó en el marco del debate del Matrimonio Igualitario, en 2010. Esa discusión, cuenta, le dio el empuje para hablar del tema.

Pero en el ámbito de la política, del Congreso, fue diferente. Tenía atragantado el tema. En estos años, ha escuchado frases descalificadoras homofóbicas, como ocurre en otros espacios, sin sentirse cómodo para decir algo. “Estos putos del orto van a votar tal cosa”, o “Son unos putos porque no apoyan tal proyecto”, son algunas de las frases repetidas, que se escuchan en reuniones legislativas. No importa el color político. Se reiteran.

¿Cuándo supo de su orientación sexual?

-Yo creo que lo sabés de toda la vida.

¿Qué le dijeron en su organización política?

-Mi organización me banca, al principio más las compañeras pero después también los compañeros. 

¿Qué lo llevó a querer contarlo hoy?

-Hoy justo se combina la Marcha del Orgullo con el Día de la Militancia. El ataque neofascista se puede frenar si hay una militancia en contra. Quise salir del closet no solo por el contexto hostil, con el avance de la derecha, también por lo bueno, porque en Argentina es un país que tiene Matrimonio Igualitario y Ley de Identidad de Género, por el amor, por mi familia, por mi compañero, y mis compañeros y compañeras que me bancan. Esta idea de Rita Segato, frente a la pedagogía de la crueldad, que encarna la derecha, con la represión y la discriminación, generar una acción púbica de buena onda también.

Grosso está en pareja desde hace tres años con Guillermo Castro, a quien conoció en la calle, militando. Castro milita en La Colectiva, con Cecilia “Checha” Merchán. Grosso se sumará a las actividades programadas en el marco de la Marcha del Orgullo, hoy, tal vez, más orgulloso que nunca.

 

Texto completo del diputado Leo Grosso en Instagram.

“Nunca me imaginé estar haciendo esto, quizás porque como le dijo mi compañero a su mamá al salir del closet, ningún hijx aclara su sexualidad si es heterosexual, quizás porque tengo una familia hermosa que me ama y me banca en todas, quizás porque mis amigxs, mis compañerxs del Evita me conocen, me quieren y respetan como soy. Quizás eso me sirvió de excusa, quizás antes no me animé. Milito hace muchos años, tengo 35 y lo hago desde los 17 y esto siempre fue una contradicción en mi vida, la política es machista, patriarcal, se mueve en esos códigos, las compañeras dan cuenta de esto, el poder es patriarcal y la lucha por ponerlo al servicio de las mayorías populares no escapa a esta lógica por más justa que sea.

Quizás porque ahora la marea feminista y disidente vuelve a poner todo en jaque, quizás ahora, aquí, con ellas no me siento más una minoría, quizás las pibas siguen abriendo caminos, como antes lo hicieron otres.

Quizás porque estoy harto de la doble vara de la política, de la hipocresía como regla, del doble discurso.

Quizás porque creo que lo que hago, lo que pienso, lo que digo en nada cambia según a quien amo, o sí, y en el mejor de los sentidos.

Quizás porque quiero que a les pibes no les cueste lo mismo que a mí, que no se sientan mal, discriminados, ninguneados, perseguidos, con miedo al bardeo y para eso abrir caminos, hacernos visibles, ayuda.

Quizás porque hay un brote fascista en el continente, quizás porque me sentí interpelado cuando metieron presa a una piba por besar a su novia o echaron a dos pibes de una pizzería, o cuando taparon el mural en San Martín, quizás porque veo a las travas pelear como nadie por ser y vivir como quieren sin por eso ser asesinadas en una esquina, por salir de la prostitución como destino obligatorio, quizás porque vi pibes morirse de bronca, quizás porque no pude caminar de la mano con mis amores desde chiquito o me tuve que besar a la vuelta de la esquina por miedo al qué dirán.

Quizás también porque estoy enamorado, quizás también por el abrazo de un amigo cuando le conté o la sonrisa cómplice de una doña en villa hidalgo, o porque compañeras de la cooperativa me cuidan al Rubio cuando llega a algún lugar, quizás porque mi abuela de 90 y largos me pedía que adopte bisnietos, quizás por todo ese amor… hoy me animo.

Soy Marica, y así elijo nombrarme, como decía el compañero Carlos Jáuregui “en una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política”

Al closet no nos empujan nunca más, feliz día de la militancia!!"