La lucha feminista volverá a las calles, este domingo, con la última movilización de la agenda 2018. El 25N es el Día Internacional de lucha por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y lejos de encontrar al movimiento cansado por un año agitado, lo mostrará de pie y fortalecido. La marcha programada para las 16, desde la plaza San Martín, será un relanzamiento de los reclamos de un año bisagra en el movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans, hacia 2019. “En definitiva, lo que marcó este año fue una lucha por la libertad”, resumió Mabel Gabarra, de la Campaña Nacional por el Derechos al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Una proclama que gritarán cientos de voces enumerará las necesidades y demandas de un movimiento que crece a diario. El gobierno macrista está en la mira de esos reclamos, frente a la profundización de la pobreza y la violencia machista.
La fecha se instaló en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1999. Durante años, fue la movilización clave del movimiento de mujeres, que sale a la calle por sus derechos y por el fin del patriarcado. Hace pocos años, también se marcaron en el almanaque feminista otras fechas --como el 8 de marzo, y el 3 de junio, que desde 2015 se instaló como grito global contra los femicidios, con el #NiUnaMenos-- que se suman a movidas por la diversidad, la Educación Sexual Integral y otras tantas a las que se le pone el cuerpo en las calles. Sin embargo, este año hubo decenas de movilizaciones que reivindicaron la lucha y nuevas fechas para recordar. La demanda por la ley de aborto legal fue clave y no bajará los brazos "hasta que sea ley", prometen.
“El 25N es una fecha de visibilización de los cuerpos de las mujeres y disidencias sexuales. Entendemos que la lucha es para transformar. En este contexto de tiempos complejos, nos encuentra en la ofensiva y ganando cada vez más protagonismo en los espacios públicos. Una de las cuestiones a defender es clara frente a la avanzada neoliberal, las políticas de ajuste de Cambiemos que produce una feminización de la pobreza cada vez más brutal, que hace que las mujeres estemos mucho más expuestas. Sobre todo porque no hay un abordaje y prevención de esas violencias”, aseguró Majo Gerez. Al mismo tiempo, lamentó que sea el Estado el que “siga negando el libre derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos y que sigue violentándonos mientras el aborto sigue sin ser legal en nuestro país”. También se quejó por los femicidios y travesticidios que no merman. “Seguiremos luchando porque vivas y libres nos queremos”, dijo. Y aseguró: “Será una movilización masiva con nuevas formas de expresarnos, por lo que este año en lugar de un documento, se leerá una proclama” consensuada en la Asamblea feminista.
Mabel Gabarra sumó que la idea de la proclama se tomó del feminismo uruguayo. “La idea fue que no haya un documento largo, sino consignas claras en forma de proclama, todas juntas y reclamando por las mismas cuestiones, porque lo que le pasa a una nos pasa a todas”. Al mencionar algunas de las demandas, mencionó la situación económica del país, que “afecta sobre todo a las mujeres: el presupuesto aprobado es invasivo y nos pone en mayor vulnerabilidad en lo económico y en lo social”, aseguró. Luego enumeró que se protestará contra los más de 200 femicidios y travesticidios en lo que va del año; por el cupo laboral trans, la lucha por la ESI, la formación del Poder Judicial en las problemáticas de las mujeres; un presupuesto acorde para erradicar la violencia, como dice la ley 26.485. “Son diferentes reivindicaciones que traemos hace años”, aseguró.
Al hacer un balance de este 2018, Gabarra aseguró fue clave. “Un año bisagra, sin dudas, por el debate del aborto legal en el Congreso de la Nación. Fue el detonador de una movilización que nos superó ampliamente. Eso tiene que ver con el trabajo de tantos años, pero sobre todo con la incorporación de pibas muy jóvenes. Eso le dio al feminismo un aire fresco, fortalecedor, sobre todo para las más veteranas en esta lucha. Realmente lo necesitábamos, porque nos manejábamos en círculos chicos y esa consigna que dice ‘ahora que sí nos ven’ es cierta. Pasamos a ser un tema en la agenda política. Nadie puede decir que no tenemos importancia, porque los partidos políticos, de cara al 2019, empiezan a incorporar estas demandas. Serán todos temas de campaña”.
En ese sentido, señaló que las luchas se multiplicaron: el reclamo de separación de la Iglesia y el Estado, junto al claro pedido de aplicación y aprobación provincial de la ESI, movilizó a los mismos colectivos. “El pañuelo verde está dando vueltas por el mundo, como signo de la lucha por la libertad para mujeres y personas gestantes. Si bien el pañuelo blanco en Argentina es el símbolo de la lucha de las Madres, por los derechos humanos y denuncias de represión; los pañuelos que se fueron agregando a partir de ahí, son las grandes deudas de la democracia”, dijo.
Al hablar de las consignas contrarias a esas luchas -- “Salvemos las dos vidas” y “Con mis hijos no te metas”--, Gabarra planteó que “se trata de una alianza internacional de algunas iglesias con corporaciones que quieren reinstaurar el orden conservador en la región. Es peligroso. Nosotras estamos con mucha fuerza dentro de un sector, pero estamos disputando con instituciones milenarias y de mucho poder”.