El surcoreano Kim Jong-yang (foto), cuya candidatura fue apoyada “firmemente” por Estados Unidos frente al candidato ruso, fue elegido ayer presidente de Interpol para un mandato de dos años, entre “fuertes presiones” que Moscú denunció. Kim ya ocupaba el puesto de forma interina, tras la repentina “dimisión” de su anterior responsable, el chino Meng Hongwei, acusado de corrupción en China y cuya desaparición a principios de octubre durante un viaje a su país todavía no ha sido dilucidada.

Según reveló en Twitter la mayor organización policial del mundo, los delegados, reunidos desde el domingo en Dubái, eligieron en asamblea general al surcoreano frente a la candidatura del general ruso Alexander Prokopchuk, que había levantado fuertes críticas en Estados Unidos e incluso amenazas de Ucrania y Lituania de abandonar la organización. Poco después del anuncio, el Kremlin denunció “fuertes presiones” durante la elección. “Por supuesto, lamentamos que nuestro candidato no haya ganado”, dijo su portavoz, Dimitri Peskov.                               

Pero “viendo de manera imparcial las declaraciones de una serie de países la víspera del voto, es evidente que hubo fuertes presiones”.

Poco después de ser elegido, el nuevo presidente de Interpol declaró que “el mundo se enfrenta hoy en día a cambios sin precedentes que representan grandes desafíos para la seguridad y la protección públicas”.

“Necesitamos una visión clara: tenemos que construir un puente hacia el futuro”, dijo, citado en la cuenta Twitter de Interpol. Por otra parte, el argentino Néstor R. Roncaglia fue elegido vicepresidente para América, por un mandato de tres años, añadió Interpol.