Los precios a nivel mayorista subieron en octubre un 3 por ciento frente al mes anterior, lo cual está por debajo de la inflación general del período, que ascendió al 5,4 por ciento. Por lo tanto, el dato, informado ayer por el Indec, anticipa una baja en la dinámica de los precios minoristas para noviembre, aunque desde un punto de comparación muy alto, ya que en el segundo y tercer trimestre del año se verificó la carga más pesada de la inflación 2018, que será la mayor desde 1991. La desaceleración mayorista se explica por el retroceso del dólar en octubre. Todavía hay una parte importante del ajuste de precios (motivado por la devaluación, las tarifas y el costo financiero) que está en gateras: los precios de salida de fábrica registran un incremento interanual del 76,6 por ciento en octubre, por encima de la inflación minorista del mismo período, del 45,9 por ciento. Si esa brecha todavía existe es porque el derrumbe del mercado interno no permite a comerciantes y fabricantes convalidar el traslado de los costos a los precios minoristas.

La inflación mayorista se mide a la salida del establecimiento fabril y antes del ingreso al circuito de distribución a los comercios. Con la crisis cambiaria y el alboroto de los precios, este índice captó la atención de analistas económicos. En mayo, primer mes de la crisis, la suba mayorista fue de 7,5 por ciento frente a abril; en junio fue de 6,5; en julio, de 4,7 y en agosto, de 4,9 por ciento. En septiembre, los precios mayoristas picaron un 16 por ciento mensual. El incremento de 3 por ciento de octubre es el más bajo desde abril. En paralelo, o con un leve retraso, los precios minoristas reaccionaron. Desde mayo hasta octubre, la inflación del Indec fue 2,1 (mayo); 3,7 (junio); 3,1 (julio); 3,9 (agosto); 6,5 (septiembre) y 5,4 por ciento (octubre). Se espera que noviembre y diciembre registren niveles de inflación cercanos al 3 por ciento.

En octubre, la inflación mayorista estuvo impulsada por la suba de 4,1 por ciento en los productos manufacturados. En ese segmento se distinguió el incremento en refinados de petróleo (11,7), por la suba de la nafta, alimentos y bebidas (5,1), minerales no metálicos, equipos de medicina, productos de papel y textiles. En tanto, los productos primarios, que se componen de agropecuarios, pesqueros, petroleros y mineros, subieron en promedio un 2,2 por ciento, y energía eléctrica lo hizo en un 3,8.

Un dato saliente del índice mayorista es la caída del precio de los productos importados en un 2,9 por ciento. Esa variación está directamente conectada con la racha del dólar en octubre, que comenzó cotizando 41,94 pesos y terminó el mes en 36,98, lo cual implica una merma de 11,8 por ciento, superior a la baja del precio de los importados.

En la comparación interanual, los precios mayoristas en octubre registran una suba de 76,6 por ciento, muy por encima de 45,9 por ciento de la inflación minorista en el mismo período. Esa brecha implica una pérdida de rentabilidad de parte de los últimos eslabones de la cadena de producción de bienes, lo cual imprime presión sobre los precios minoristas. La persistencia de la diferencia entre el avance de los precios mayoristas y minoristas tiene relación con la delicada situación del mercado interno, que complica el traslado total de los costos a los precios finales. Los precios de los importados acumulan en doce meses un alza de 104 por ciento, mientras que el dólar, en ese período, se movió de 17,96 a 36,98 pesos, lo cual equivale a un aumento de 106 por ciento.