“La situación general del barrio donde vivía Rodolfo, en Villa Celina, es muy precaria. La mayoría de las viviendas son piezas alquiladas de dos metros por cuatro en las que viven familias muy numerosas, hacinadas. Es una zona humilde en el partido de La Matanza, donde la situación de crisis hace que las viviendas sean cada vez más precarias. Las edificaciones de la comunidad boliviana son en alto, sobre el mismo terreno, porque no tienen otra opción. No pueden conseguir otras viviendas para sus hijos. No sabemos qué hizo puntualmente que nuestros compañeros se sumaran al intento de ocupación. Lo que sí conocemos son las condiciones que llevan a que las personas lleguen al punto de arriesgar sus vidas por conseguir un espacio para una vivienda propia”, señaló Belén Rosas, compañera de militancia de Rodolfo Orellana. 

La joven estuvo en su barrio durante la mañana, después de que Orellana fuera asesinado. “Hay un grupo que se quedó acompañando a los familiares y vecinos. Hay testigos que vieron todo lo que pasó y que decidimos preservar porque están conmocionados. En el barrio hay mucha tensión. Les han arrebatado a un compañero. Y hay otro compañero arrestado, Hugo Vedia, que fue detenido y no sabemos a qué comisaría lo trasladaron, la familia está buscándolo”. 

El militante asesinado era responsable de los emprendimientos textiles que la Organización Libres del Pueblo (OLP) había creado en el barrio. Hace dos meses, con su cooperativa de trabajo se habían ocupado de confeccionar uniformes para los chicos que participaron de los Torneos Juveniles Bonaerenses en Mar del Plata. Ahora estaban haciendo una partida de guardapolvos. “Militaba con nosotros hacía dos años, era una persona muy activa, muy comprometida”, agregó Belén. También pidió a los medios que estigmatizan las tomas, mostrándolas como meros hechos delictivos, “que recorran los barrios”, para registrar las situaciones de exclusión que se viven. 

“Miriam Calizaya, detenida ahora en la Comisaría de la Mujer de La Tablada, está al frente de uno de nuestros merenderos. Son las compañeras que todos los días, sin recursos, tienen que resolver cómo darle de comer a los chicos. No sigan ocultando el nivel de necesidad y desesperación que tienen esos vecinos”.  

“La situación represiva general no nos sorprende. Es así como se vienen manejando desde que asumieron. Así y todo, es difícil saber cómo responder cuando hay una represión. La Gremial de Abogados estuvo dedicada a ayer a tratar de asistir a los detenidos. Esperamos que mañana sean liberados, porque el delito por el que los imputaron, la usurpación, es excarcelable. Una vez que recuperen la libertad vamos a poder enfocarnos en ver cómo avanzar en la causa judicial sobre la represión”, concluyó la compañera de agrupación de Orellana.