Un hombre asesinó a puñaladas a un niño de 10, hijo de una relación anterior de su pareja, y luego la atacó a ella de un balazo, que la hirió en el rostro. Luego, todavía armado, se encerró en una habitación de la casa de Tolosa donde todo había sucedido y permaneció atrincherado allí hasta alrededor de las 4 de la tarde, cuando, tras horas de negociaciones con el Grupo Halcón, se disparó un balazo con el revolver Colt calibre 32. El femicida Juan Carlos Chirino, de 27 años,  murió camino al hospital. Soledad Andrea Marcos, de 32 años y con quien tenía tres hijos en común -que no estaban en la casa al momento de los crímenes—, lo había denunciado por violencia en marzo del año pasado y había obtenido una orden de restricción de acercamiento contra él, pero luego no la habia renovado. Ayer por la mañana, cuando ya se había atrincherado y estaba rodeado, el femicida chateó por whatsapp con un amigo y le explicó: “Me mandé un moco. Se me salió la cadena”. Anoche, la mujer estaba internada en el Hospital Interzonal San Martín, de La Plata.

Alrededor de las 7 de la mañana, Chirino, de 27 años, atacó a puñaladas al pequeño Ciro Peñalba, hijo de una relación anterior de su pareja, luego de discutir con ella y anunciarle por whatsapp al padre del chico, Angel David Peñalba, que iba a matar al nene. Fuentes de la investigación informaron que, tras recibir esos mensajes, Peñalba “salió desesperado en la camioneta hacia la casa de Tolosa” y chocó en el camino. Anoche se encontraba internado, con heridas leves y fuera de peligro, en el Hospital de Gonnet.

Luego de apuñalar al niño, Chirino le dejó clavado el cuchillo en el pecho, disparó a Marcos y se encerró en una habitación. Un llamado al 911 alertó a la policía, a quien la mujer explicó lo que había sucedido y añadió que Chirino no permitía retirar el cuerpo del chico.  

Poco después, el femicida envió un mensaje de Whatsapp a un amigo: “me mandé un moco”. En el intercambio, mientras su amigo le preguntaba si era cierto lo que había trascendido, acerca del asesinato del niño, y trataba de convencerlo de entregarse, Chirino detalló que Marcos “le mandaba msj al tipo al lado mío”. “Me empezó a maltratar hace un rato a la mañana y ni di más, vieja”, contó, mientras estaba “acá encerrado en la piesa, afuera está el grupo alcon, todo. Un quilombo. Se me salió la cadena” (sic). Vecinos de la casa y el amigo de Chirino señalaron a los investigadores que las discusiones de la pareja eran constantes, y que aparentemente se habrían originado en la negativa del hombre a que terminara la relación, y a que presuntamente Marcos había pretendido volver a estar en pareja con el padre biológico del nene asesinado.