La Justicia laboral rosarina condenó al suegro de Lionel Messi, Pascual José Roccuzzo, por la denuncia de una empleada administrativa, por maltrato laboral. El empresario deberá pagarle a su demandante alrededor de 2 millones de pesos en concepto de resarcimiento a la mujer que se desempeñaba en un supermercado en calle Lavalle al 2500 desde hacía 20 años, y que fue sometida a sucesivos cambios de horarios laborales y traslados, sin tareas asignadas en concreto. Esa situación le provocó un perjuicio moral que fue reconocido por la jueza Susana Perkins, de manera novedosa.

Roccuzzo fue acusado por la trabajadora luego de que le modificaran el horario corrido, sin precisarle correctamente cuáles eran sus nuevas tareas en un depósito. Según el fallo judicial que hasta ayer no había sido notificado oficialmente a las partes, esa situación "implicó una alteración esencial del contrato y causó un perjuicio moral a la trabajadora", según indicó el abogado de la víctima, Bernardo Larroux.

En la resolución que cobra relevancia por una de las partes implicadas, ya que se trata del padre de Antonella Roccuzzo, esposa del futbolista rosarino reconocido a nivel internacional; se agrega que "tal circunstancia grave y elocuente autorizaba por sí sola a dar por extinguido el vínculo contractual con justa causa".

El fallo de la jueza en lo laboral N° 1, agrega que "la empleadora asumió una posición reñida con la buena fe contractual y buen trato que se le debe a la trabajadora, relacionados con el cambio de lugar y condiciones de trabajo, modificación del horario y falta de asignación de tareas". En ese sentido, la magistrada consideró que la trabajadora "ha sido víctima de maltrato y hostigamiento".

Consultado sobre la decisión judicial que afectó a la firma, Roccuzzo e Hijos y al propio Pascual José Roccuzzo, Larroux agregó que la causa se inició en 2014. "Comenzó con una relación laboral que continuó con otras condiciones que incluían cambios de horario, malos tratos, cuya finalidad era presionarla a una renuncia. La Justicia tuvo en cuenta todos los cambios maliciosos y con mala fe".

Para el abogado de la demandante, se trata de un fallo ejemplificador, por lo que cobra trascendencia más allá de la parte involucrada. "La Justicia laboral no solo abarca lo económico, sino también el daño moral, que fue reconocido". Y explicó que para que se reconozca esa cuestión, "debe existir una circunstancia que afecte psicológicamente a la persona y demostrar que eso ocurrió". En el caso, para la mujer significaba irse al mediodía del depósito al que fue trasladada y volver más tarde a cumplir solo una hora que le quedaba para culminar la jornada. Tampoco tenía tareas asignadas. "Buscaban desgastar el vínculo y cansarla para que ella renuncie", dijo el letrado. Y aclaró: "El monto no tiene que ver solo con lo moral, sino con la cantidad de años trabajados y por la deficiente registración dentro del convenio".