El gobierno de la provincia de Buenos Aires liderado por María Eugenia Vidal convocó para el próximo 8 de enero a una audiencia para evaluar la suba de la tarifa bonaerense del agua. El incremento propuesto por la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA) sería del 38 por ciento, similar al alza del 40 por ciento aplicado en 2018. Sin embargo, la suba de la tarifa el año que viene podría incluso ser mayor, por el impacto de las revaluaciones fiscales de inmuebles. Todavía no se conoce desde cuándo regirá el aumento, aunque este año la audiencia se celebró en febrero y el incremento fue aplicado en abril. ABSA presta servicio de agua y cloacas en unos 700 mil hogares en 52 municipios de la provincia. Del total de usuarios, un tercio se encuentra bajo el esquema de consumo medido. En el servicio no medido, la tarifa se establece a partir de la asignación de un consumo teórico de acuerdo a la valuación fiscal de las viviendas. La decisión de Vidal está en línea con la política del gobierno nacional en Aysa, que pidió un aumento de tarifas del 17 por ciento a partir de enero y de otro 27 por ciento desde mayo, lo que acumula un 48 por ciento para todo el año.