La mayoría de los bloques que integran la Cámara de Diputados avaló la continuidad del legislador de Cambiemos, Emilio Monzó, como presidente del cuerpo. “Ahí se genera la confianza para los acuerdos, para las leyes, para sacar un país en adelante. Y esto no se hace de manera virtual, no se hace por las redes sino de manera personal”, aseguró Monzó al revalorizar lo que denominó “rosca política” como instancia de generación de consensos. Sin embargo, el macrista con pasado peronista no evitó que le recriminaran la muy poca cantidad de sesiones ordinarias en 2018.

“Me siento orgulloso como político, creo que esto ha sido destacado y es lo que me esfuerzo por hacer día a día”, dijo el diputado tras renovar su condición de presidente de la Cámara baja. El oficialismo y buena parte de la oposición destacaron las dotes de negociador del ex intendente de Carlos Casares para lograr aunar posiciones, quien además intentó impulsar una pata justicialista en Cambiemos pero no logró convencer a la mesa chica de su partido. “El futuro de la Argentina está en el diálogo”, agregó y luego buscó resaltar algunas de las leyes que se trataron este año. Solo encontró, por la poca cantidad de sesiones, los debates por la despenalización del aborto, la ley Justina para agilizar la donación de órganos y la urbanización de villas. 

Mientras en los balcones del recinto se acercó a darle su apoyo el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, sostén político de Monzó en el partido Pro, los discursos hacia el presidente de la Cámara fueron variados. “Aunque a veces tengamos alguna rabieta porque nos pone en igualdad de condiciones a todos, hace lo que corresponde. Por lo tanto, propongo a Emilio Monzó por el cuarto período como presidente de la Cámara”, dijo el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, haciendo foco en su equidad para desempeñarse en el cargo. El cimbronazo que provocó la decisión de Monzó de no continuar una vez vencido su mandato salió a relucir durante esta sesión preparatoria. Por caso, el macrista Alvaro González pidió la palabra y dijo: “Soy uno de los que piden que te quedes”. 

El bloque del FpV-PJ respaldó la nominación del macrista pero eso no evitó que el presidente de la bancada, Agustín Rossi, recordara que se había tratado de “un año parlamentario deficitario. Desde que recuperamos la democracia ha sido el año con menor cantidad de sesiones y menor cantidad de leyes. Y la responsabilidad es del oficialismo. El año que viene es electoral y si sigue la tendencia de que los años electorales son años de menor producción parlamentaria vamos estar en un escenario con una producción muy exigua”. En la misma línea se expresó Felipe Solá en su condición de presidente de Red x Argentina. El bonaerense también apuntó a que “se buscó que la Cámara no funcionara. Estimamos que Monzó y muchos diputados del oficialismo no estaban de acuerdo con eso. Pero así son las cosas”, dijo. El único bloque que se abstuvo de votar fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. 

En la misma sesión, los diputados acompañaron la renovación del resto de las autoridades de la Cámara. Como tal, José Luis Gioja continuará siendo vicepresidente primero, el radical Luis Petri como vicepresidente segundo y al cordobés de Argentina Federal Martín Llaryora como vicepresidente tercero.