Ley Seca y licantropía. Con el tándem Brian Azzarello/Eduardo Risso como rúbrica. La historieta se titula Moonshine, se publica en Estados Unidos, y conoce una flamante edición local por parte de los sellos Puro Comic e Historieteca. "Cuando Azzarello vino a Crack Bang Boom el año pasado, Eduardo (Risso) lo convocó y discutimos la posibilidad de editarlo. A partir de ahí fue madurando hasta que encontramos la forma. Es verdad que financiarlo no es tan sencillo, por el hecho de que es en color y porque somos una editorial chica, pero la distribución está bien llevada a cabo a nivel nacional y el libro tiene su presencia", le explica Daniel Galliano, responsable de Puro Comic Ediciones, a Rosario/12.

Gran parte de la obra de Eduardo Risso integra el catálogo del sello local (Parque Chas I y II, con Ricardo Barreiro; Borderline y Yo, vampiro, junto a Carlos Trillo), y el propio dibujante participa como parte responsable. Se sabe que Risso es un obsesivo en su trabajo; en Moonshine se encarga del color, un aspecto las más de las veces descuidado en el mercado norteamericano. "Hay errores muy frecuentes. Vos hacés al personaje con los párpados cerrados y te los pintan de blanco; si no llegan a ver ese detalle, imagínate lo demás: te pueden hacer desastres con las sombras, las caras, una nariz que es recta te la quiebran. Sucede porque los coloristas trabajan con tiempos límites. En verdad, debería decir que hacen un muy buen laburo por el escaso tiempo del que disponen. En Moonshine empezamos a hacer el color, así que no puedo culpar a ningún otro", explica el dibujante.

A esta altura, Risso y Azzarello conforman una de las más fructíferas y mejores duplas del cómic contemporáneo, con 100 balas como cima de la trayectoria. "Cuando uno conforma un equipo y funciona bien no tenés que desarmarlo. Lo mismo me pasó con Trillo y varios escritores". Además, al dibujante no le falta ninguno de los premios internacionales (Eisner, Harvey, Yellow Kid): "son un mimo, pero si no los sostenés con tu trabajo no sirven de mucho. Me vale más el reconocimiento de la gente, de la crítica; a eso lo disfruto y tengo bien en cuenta", agrega.

-- ¿Cómo surge Moonshine?

-- Brian (Azzarello) me comentó la historia y me gustó, si bien hubiese preferido que se ambientara en otra época, pero los años '30 son interesantes. Tampoco podíamos hacer un salto atemporal, hay un juego de palabras: "Moonshine" se denominaba al alcohol en la época de la Ley Seca, no teníamos escapatoria. El tema de la licantropía también me entusiasmó.

Moonshine es publicado en Estados Unidos por el sello Image, razón de peso para un autor que conoce los pormenores del mercado, con participaciones en editoriales mayores como DC y Marvel. Al respecto, Risso señala que Image es un buen espacio para este tipo de historias, que son propias. La editorial cobra un porcentaje, pero la propiedad intelectual queda en tus manos, de manera tal que con la obra vos podés hacer lo que quieras: transformarla en un video juego, película, lo que sea. Algo que de otra manera, en Marvel o DC, son ellos los dueños y tienen siempre la última palabra".

Consecuencia de esta elección, Moonshine conoce la edición local. Galliano comenta: "La tarea era bastante importante, por lo cual pensé en la posibilidad de contar con un editor adjunto y compañero en el trayecto, que resultó ser Marcelo Pulido, de Historieteca. Él tiene otra mirada, más de editor, la mía es más casera. Yo le decía que él era más editor que comerciante, y yo más comerciante que editor (risas). Yo le veía más la parte de los números, mientras él buscó los detalles de la edición".

Moonshine Vol. 1 contiene los primeros seis números de la colección, y significan un disfrute en todo sentido: Risso manifiesta un desempeño narrador magistral, junto al cuidado por la reconstrucción de época y los personajes. "Al trabajar con Azzarello obtengo mucha libertad. Creo que él no puede hacer ningún reclamo, porque me manda los guiones a cuentagotas (risas). Si bien es complicado, ayuda también a que los personajes vayan mutando, y eso me gusta. No puedo ver al personaje vestido igual todo el tiempo. Hay historias en donde el tipo no se cambia nunca ni se baña. En nuestras historias no puede ser así. Yo puedo cortarles el pelo, y eso ocurre. Cuando uno recibe una historia trata de involucrarse al cien por ciento y rescatar los detalles. Siempre digo que más que dibujar mucho hay que pensar mejor, un ejercicio que trato de hacer todo el tiempo", concluye.