Ante el surgimiento de la plataforma Cabify como competidor firme, Uber Argentina dobló la apuesta: desde su aplicación digital abrió las puertas para que se puedan ampliar los postulantes a conductores en Rosario, que a julio de este año superaban los 3 mil aspirantes. El anuncio se dio en medio de una fuerte disputa entre taxistas y varios concejales que buscan regular la actividad y equipararla a un servicio público. Hasta el momento, Mendoza es la única provincia que cuenta con una ley que respalda los viajes por este aplicativo. Uber ya está circulando como publicidad en los canales nacionales, es sponsor de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) y anunció días atrás que puso a Rosario en foco para su desembarco. Con Uber no se utiliza efectivo; todas las transacciones son electrónicas. El dinero del pasajero no va directo al chofer. Primero cobra Uber, quien a fin de mes liquida el porcentaje de ganancia del conductor. Para medir su rentabilidad al conductor le conviene estar disponible en horas y zonas de alta demanda, y luego debe restarle los gastos propios del auto.