PáginaI12 En Brasil

Dasde Brasilia

Masacre después de la misa del mediodía. Un analista de sistemas de 49 años, sin antecedentes penales, abrió fuego contra los fieles que poco antes habían participado en una misa en la Catedral de Campinas, San Pablo, causando la muerte de cuatro personas  e hiriendo a otras tantas, tras lo cual se quitó la vida con un disparo en la cabeza junto al altar.

De aspecto inofensivo vistiendo jeans y remera azul Euler Fernando Gandolpho ingresó alrededor de las 13.20 horas locales (12.20 Argentina) y poco después comenzó a tirar a mansalva sin razones aparentes contra los presentes.

La primera víctima fue una pareja sentada dos hileras de bancos  delante suyo a la que le disparó a quemarropas, antes de continuar la cacería de otros fieles que comenzaron a correr hacia la salida del templo.

“Recé misa al mediodía y quince (12.15 horas locales), después  una persona entró tirando, no pude ayudar de ninguna forma, no sé, él tiró más de 20 tiros y después se mató”, declaró el padre Amauri Ribeiro Thomazzi.

Si el asesino hubiera llegado unos minutos antes habría encontrado un templo con más personas a las cuales disparar.

La mayoría de los fallecidos, tres hombres y una mujer, eran ancianos, mientras los heridos fueron trasladados a dos hospitales de la ciudad de 1,2 millones de habitantes, una de las más importantes de San Pablo,  ubicada a 99 kilómetros de la capital estadual. Uno de los internados, un hombre de 80 años, se encontraba en estado delicado e iba a ser sometido a una cirugía. “La masacre pudo  ser peor, él estaba recargando el arma para volver a tirar cuando entramos nosotros”, declaró el mayor Octavio Augusto de la policía militarizada de Campinas, Según ese relato el asesino fue derribado por un disparo de los agentes y luego se suicidó .

Un puesto policial ubicado a menos de 100 de la Catedral Metropolitana recibió refuerzo de personal recientemente  debido a la mayor circulación de público por las compras navideñas. Aparentemente el atacante estaba enceguecido porque junto a su cuerpo fueron encontrados cargadores con cerca de 40 proyectiles que estaba dispuesto a utilizar. Portaba un revólver 38 y una pistola 9 mm o punto 40, no se precisó cuál de los dos modelos pero ambos son de uso exclusivo para las fuerzas de seguridad.

Las armas tenían su numeración raspada, lo que permite sospechar que eran robadas y compradas en el mercado negro, especuló el coronel retirado José Vicente da Silva Filho. “Alguien que porta dos armas y sabe reemplazar los cargadores pudo haber tenido algún entrenamiento, hay cada vez más personas que se arman irregularmente, esto que pasó en Campinas nos sirve de alerta sobre el riesgo de armar indiscriminadamente a la población”.

Da Silva Filho, secretario nacional de Seguridad en el gobierno del expresidente Fernando Henrique Cardoso, consideró “equivocado” alentar el uso irrestricto y la venta libre de armas como propuso el futuro presidente Jair Bolsonaro, que recorrió el país durante la campaña electoral disparando tiros imaginarios con sus dedos en forma de revólver. El capitán retirado del Ejército dijo, a través de Twitter, estar “acompañando la investigación de este crimen bárbaro , nuestros votos de solidaridad a las víctimas de esa tragedia y a los familiares”.

En Campinas había un clima de estupor frente a la tragedia similar al que se vivió esta semana en la ciudad Milagres, interior de Ceará, donde la policía rodeó a un grupo de ladrones de banco matando a doce personas, entre ellas seis rehenes. “Mi negocio está detrás de la catedral y después de los tiros la gente comenzó a correr, primero se dijo que era un asalto pero no era así fueron tiros adentro de la catedral,” contó el comerciante Eduardo.

Otro testigo, Pedro Rodrigues, aclaró: “primero debo decir que no soy católico, soy evangélico y me gusta entrar a las iglesias para ver a la gente rezando, como están en silencio, cada tanto entro a una. Entré a la catedral cuando la misa estaba acabando, me senté un poquito y cinco minutos después vi al hombre armado. Se paró y empezó a tirar. Allí salí corriendo, la gente salía corriendo pero sin gritar”.

Brasil es el país católico más populoso del mundo, con 208 millones de habitantes. Pero el porcentaje de católicos declina de año en año mientras sube el número de evangélicos, favorecidos por el pragmatismo de sus pastores electrónicos y los templos que se abren en locales donde antes hubo teatros, pizzerías o restaurantes.

Arededor de las 17 horas locales la policía retiró los cuerpos de las víctimas que permanecieron dentro de la iglesia para permitir el trabajo de los peritos. Algunos impactos de bala se observaban en las paredes de la Catedral inaugurada en 1883,  situada en la Plaza José Bonifacio, de estilo barroco, que comenzó a construirse en 1807 con tierra  apisonada.