Desde Santa Fe

El ex juez Víctor Brusa ya salió de la cárcel de Las Flores, donde purgaba una condena a 23 años de prisión por delitos de lesa humanidad. Cumplió trece, le faltaban diez y volvió a la casa. Lo hizo el mismo viernes 7, apenas la Cámara Federal de Casación Penal (Sala 2) le otorgó la prisión domiciliaria -con el voto de dos camaristas y el rechazo del tercero- y revocó una resolución del Tribunal Oral de Santa Fe que se la había negado en setiembre de 2017. Lo llamativo es que el ex preso también estaba a disposición del juez federal de Rosario Carlos Vera Barros, quien lo procesó por "apremios ilegales" a cuatro perseguidos políticos y le dictó la "prisión preventiva", en mayo de 2017. La causa tiene nombre emblemático: "Brusa residual". El fallo de Casación fue notificado a Vera Barros, pero el magistrado aún no resolvió el destino de su ex colega. "Hasta ahora no dijo nada", explicó la abogada de Hijos, Soledad Sanchez Janney ante una consulta de Rosario 12. Por lo que, Brusa volvió a la casa y zafó de cumplir su condena en la cárcel, cuando aún estaba preso por otra investigación que ni siquiera llegó a juicio. "¿Cuál es la vara? ¿Qué hubiera sucedido con otro preso en esa situación?", se preguntó la abogada.

Los organismos de derechos humanos de Santa Fe objetaron el beneficio de la prisión domiciliara para el ex juez Brusa.

 

Brusa pidió el arresto domiciliario con el argumento de que en la cárcel no podía "tratar su patología", pero como no pudo probarlo, Casación se la otorgó porque el 13 de agosto cumplió 70 años. Lo decidieron dos jueces de la Sala 2, Angela Ledesma y Guillermo Yacobucci, con la oposición del tercero, Alejandro Slokar, quien destapó la olla: dijo que en la causa "no hay elementos de juicio" que indiquen que Brusa no podía tratarse en Las Flores y que el tope de los 70 años "no es automático" para acceder a la libertad domiciliaria, si antes no se la fundamenta. El voto en disidencia advierte sobre la amnistía por goteo. Un "análisis sesgado" de la ley se puede traducir en "supuestos de impunidad". La Argentina está obligada a cumplir los pactos internacionales y no hacerlo significaría "una situación de gravedad institucional" que pondría al Estado "en riesgo de sanción frente al sistema universal de Derechos Humanos".

En la cárcel de Las Flores, Brusa no sólo cumplía su condena a 23 años de prisión, también estaba preso por orden del  juez Vera Barros, quien lo procesó por "apremios ilegales" a cuatro perseguidos políticos y le dictó la prisión preventiva, en mayo de 2017. La Cámara Federal de Rosario confirmó el procesamiento en tres casos, en agosto de este año, entre ellos el de Francisco Klaric, a quien Brusa le dijo: "Con ustedes la próxima vez se termina en la primera noche".

Sánchez Janney dijo que Vera Barros sabe que Casación le otorgó a Brusa la prisión domiciliaria. "Lo notificó el Tribunal Oral de Santa Fe" (la jueza de ejecución subrogante Lilia Carnero), pero el magistrado "aún no resolvió nada al respecto. No opinó ni a favor ni en contra. Debería haberse opuesto a esa domiciliaria, pero aún no lo hizo", opinó la abogada.

-¿Y Brusa se fue a la casa?

-Sí, está en el domicilio desde el mismo viernes 7, apenas se conoció el fallo de Casación -respondió.

Otra referente de Hijos, Valeria Silva, interpretó la decisión de Ledesma y Yacobucci  como el "privilegio de la impunidad". Cuando Brusa, estaba en Las Flores "salía un vez por semana al consultorio de su terapeuta y el Servicio Penitenciario lo llevaba a la casa para que vea su familia. "¿Qué preso va de visita a su casa?", se preguntó. "Es al revés, las familias son las que tienen que visitarlos en la cárcel. Brusa ya tenía esos privilegios, las salidas a su casa y a la terapeuta". Y ahora, Ledesma y Yacobucci "resolvieron darle más privilegios y lo mandan a su casa para que tengamos que convivir con la impunidad a la vuelta de la esquina".

Los organismos de derechos humanos de Santa Fe -entre ellos Hijos, Madres de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecido- "vecinos y vecinas de Santa Fe ya fuimos dos veces a su casa a escrachar al genocida Brusa, cuando aún estaba impunemente en su casa. Y ahora que vuelve a su casa, vamos a volver". "¡No a las domiciliarias! ¡Basta de impunidad! ¡Nunca más genocidas en libertad!", advirtió un documento de Hijos.