Waceera es HIV positivo. Pero también, de un modo desconocido, le fue inoculado el virus de la risa, porque Waceera ríe todo el tiempo, mostrando dos hileras de dientes blanquísimos, que parecen más blancos aún por el contraste con su piel oscura. Ríe con sus propias bromas, con las que pretende contagiar su risa a todo el mundo, no importa lo tristes o deprimidos que estén. Va saltando de familia en familia, y ríe mientras les cuenta las historias que fue aprendiendo durante el viaje, y las que recuerda de su infancia en su país, donde apenas si aprendió a contar. Alguien debería alguna vez explicar por qué contar ("uno, dos, tres, …") y contar ("había una vez …") son la misma palabra. Y también por qué los pueblos más antiguos de los que se tengan noticias sabían de números. ¿No hubo historia antes que ellos? ¿O quienes no sabían contar no sabían contarla?

Waceera nació en África. En un país donde vida y virus son casi sinónimos. Pero las breves historias y bromas que guarda en su mente no son tristes. Su chiste preferido comienza con esta pregunta: ¿cuál es la bebida que más le gusta al presidente de tu país? Después de una pausa breve, Waceera pronuncia con lentitud y algo de suspenso: "a-ma-rula", que es el nombre de un licor muy popular en toda África. Casi siempre logra el efecto buscado. Es que en inglés, "a-ma-rula" suena como "soy un dictador" (I'm a ruler). Waceera no sabe bien qué significa la palabra "dictador", pero disfruta cuando arranca una sonrisa, aunque sea una sola, en alguna de las cientos de personas de diferentes países con las que comparte su techo. Quién sino Chaplin pudo decir que el humor es el dolor que ríe.

Waceera es una niña de doce años. Como el elefante que ilustra la etiqueta de la bebida africana, Waceera tiene buena memoria, y recuerda cada una de sus historias y bromas. Su nombre significa "niña nómada", y está bien, porque ha recorrido los países de medio continente y atravesado un mar antes de llegar aquí. Un lugar donde el tiempo no avanza a menos que ella cuente una historia, o contagie su risa con una broma. Un lugar donde gentes de cien mundos distintos esperan pacientemente ser enviados a un país del primer mundo, o temen ser devueltos a su propio país del tercer mundo, mientras se hacinan en este minúsculo país de un mundo sin categoría cardinal. Un mundo llamado campamento de refugiados.

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