Después del show matrimonial “andino” transmitido vía streaming y celebrado con chamanes, limpieza energética y ofrendas a la Pachamama incluidos, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales y su nueva compañera Tulia Snopek afrontan otra vez un pico de exposición, pero esta vez contra sus deseos. La pareja quedó en el centro de la polémica porque la Justicia provincial tuvo que obligar a la novia a ayudar económicamente a su madre, de 70 años y con un diagnóstico irreversible de ceguera. La noticia llega el día de la fiesta de casamiento, a la que está invitado el presidente Mauricio Macri, evento que había sido anunciado durante en el ritual con ribetes originarios y con "detalles de diseño” del pasado 11 de diciembre.

El revés judicial contra la nueva esposa del contador Morales, hija de un ex gobernador peronista de la misma provincia, vino por parte de la Sala II del Tribunal de Familia de Jujuy, a cargo de la jueza Beatriz Josefina Gutiérrez, que la condenó a cumplir con el deber legal de brindarle alimentos a su madre, Eugenia Eiken. A partir de ahora Snopek deberá pagarle 18 mil pesos por mes. Eiken inició la demanda contra Snopek acusándola por abandono e incumplimiento de esa obligación legal, entre otros destratos.

En su declaración ante la Justicia la nueva primera dama de Jujuy dijo que su madre pedía ayuda en lugar de trabajar, cuando en verdad estaba en condiciones de hacerlo pero siempre había "despreciado" ganarse el sustento. En respuesta a esto, la mujer de setenta años presentó un contrato a su nombre en el Registro Automotor jujeño. Según datos oficiales, Eugenia Eiken percibió ingresos, pero no realizó aportes, lo que lleva a concluir que Tulia Snopek contrató, hizo trabajar en negro y después despidió a su propia madre.

Según reveló el portal La García, la mujer, que padece de ceguera, se encuentra en estado de abandono y no puede afrontar los gastos para su tratamiento y sin manutención sin la ayuda de Snopek, que hasta el momento se la negaba. El fallo afirma que la madre de Snopek "sólo posee dos ingresos, que si consideramos la enfermedad que padece, los gastos que ello implica más los de salud, propios de una persona de avanzada edad (…) más la remuneración de una persona que la asista, como los relativos al mantenimiento y pago de los servicios del inmueble ubicado en pleno centro de la ciudad (…), no resultan suficientes y dada su condición no puede procurárselos por sí”.