“La industria tuvo un año muy malo”, dijo el presidente de la Unión Industrial Argentina, Miguel Acevedo. El dirigente fabril fue lapidario con los resultados de la economía en 2018 y sembró dudas sobre la situación para el próximo. “Nosotros no vemos un rebote generalizado. El campo, Vaca Muerta puede ser. Pero con las industrias que hablo, ninguna tiene el optimismo del Gobierno”, mencionó. El máximo dirigente fabril aseguró que el país se encuentra en serias dificultadas y que las industrias no consiguen desarrollarse en forma sostenible. Planteó que la presión impositiva es asfixiante y que la suba de los costos es un flagelo para el sector.

 Durante una entrevista radial, Acevedo planteó que “en los últimos tres años estuvimos pensando en un crecimiento de ficción. Veníamos creciendo, pero llegó la devaluación y nos demostró que las cosas no eran tan reales. No vemos ni rebote ni una nueva fase de crecimiento en el corto plazo”. El representante de la rama manufacturera dijo además que la Argentina no sólo no crece en su mercado interno sino que enfrenta la fuerte desconfianza del mundo. “El riesgo país nos indica algo increíble. Hay una Argentina blindada por el Fondo Monetario Internacional, pero estos niveles de riesgo te demuestran que no nos creen.” Esta semana, el riesgo país alcanzó el record del año. El indicador ya es el más elevado de la región detrás de Venezuela y Ecuador. El índice en 787 puntos básicos es entre tres y cuatro veces mayor respecto del de Brasil, Perú y Chile (ver aparte).

 El titular de la UIA aseguró que el país necesita un plan integral para recuperar la industria. “No se está pensando en algo así. Y existen elementos que asfixian al sector. La presión impositiva del país es terrible. El ajuste lo está haciendo el privado. El Estado también hace ajuste, pero cuando uno se pone a ver el Estado, puede ajustar muy poco. Tenemos que ver cómo crece el privado”, sostuvo. El dirigente no renegó del objetivo de ordenar las cuentas macroeconómicas pero planteó que el gasto público no puede ser recortado. “El gasto del Estado está en lo social y en la educación. Eso no puede recortarse”, dijo Acevedo. 

 El titular de la UIA mencionó que hubo importantes errores de diagnóstico del Gobierno. “La intención de querer bajar la inflación sólo con la tasa de interés no fue por buen camino”, aseguró. Planteó que el parate del crédito es uno de los problemas que enfrenta la industria manufacturera. “El empresario está el 70 por ciento de su tiempo viendo cómo va a financiar su capital de trabajo”, dijo. Aseguró que las empresas deben responder a problemas de corto plazo vinculados con el financiamiento en lugar de preocuparse en cómo innovar, producir más, ampliar los establecimientos productivos y ampliar mercado.

 La industria se encuentra en estado de alarma por las fuertes caídas de la producción y el consumo de los últimos meses. Los distintos referentes del sector empezaron a llevar propuestas a los funcionarios para intentar colaborar con la recuperación de la actividad manufacturera local. Uno de los documentos más recientes que cuenta con el respaldo de la UIA menciona una serie de propuestas estratégicas. Se detalló la necesidad de recuperar “la generación de divisas genuinas para el país a partir de la política comercial activa. Se requiere potenciar a las empresas exportadoras e impulsar su salida al mundo para que consigan nuevos mercados”. 

 El documento dirigido al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, pide “la eliminación de las retenciones para los productos de la manufactura y la suba de aranceles a las importaciones”. Se pidió, además, hacer foco en el problema del acceso al crédito. “Es necesario reponer las líneas de financiamiento para la producción con tasas subsidiadas a partir de la obligatoriedad de los bancos a prestar un porcentaje de los depósitos para desarrollos fabriles”, indicó. Se solicitó además la aceleración en la ejecución y el destino de los fondos para el Programa de Recuperación Productiva (Repro), la generación de mecanismos legales para aumentar la formalidad y la puesta en marcha de una mesa de diálogo con los sindicatos industriales. Se pidió también la implementación del mínimo no imponible para los aportes patronales sobre los salarios, en un nivel de 12 mil pesos para 2019.