La niña encontrada en la localidad bonaerense de Ayacucho no es Sofía Herrera, según confirmó hoy el Poder Judicial. Las pericias realizadas a las huellas palmares de la joven no coinciden con las muestras de la pequeña desaparecida en Tierra del Fuego hace algo más de diez años.

El posible hallazgo de la nena surgió a raíz de una denuncia investigada por la División Delitos Complejos de la policía fueguina, que llevó a que el juez de instrucción Daniel Cesari Hernández ordenara un allanamiento en Ayacucho. La jueza de Garantías de Dolores, Laura Elías, permitió la requisa a la casa donde habita la chica, de parecido físico a Sofía Herrera. El hogar está habitado por una familia gitana, y los padres no tenían documentos para acreditar el vínculo con la menor.

El juez Cesari Hernández relató que la chica fue llevada al hospital de Ayacucho y allí se le practicó la pericia, que fue enviada de forma inmediata a Tierra del Fuego. La comparación de las huellas con las existentes en la causa dio negativo, con lo que el magistrado descartó hacer una extracción de sangre para realizar una prueba de ADN.

Horas antes, María Elena Delgado, la madre de Sofía, había dicho que la chica de Ayacucho no era su hija tras haber visto fotografías. Además, dijo que ese caso “había sido investigado con anterioridad y había sido descartado de plano”. La mujer se mostró sorprendida porque volvieran “sobre algo que ya se había revisado” y dijo que este año se cotejaron más de 25 imágenes de menores de rasgos parecidos, todos con resultado negativo.

Por su parte, Francisco Ibarra, abogado de la familia Herrera, mostró su molestia por el trato a la joven de Ayacucho. Ibarra aseguró que la menor fue “filmada contra su voluntad por funcionarios del Ministerio de Seguridad, mientras le realizaban las pericias” y que “lo mismo ocurrió durante el allanamiento”.

El caso Herrera comenzó el 28 de septiembre de 2008 cuando la menor, entonces de tres años, desapareció en un camping ubicado en las afueras de Río Grande, en Tierra del Fuego.