@El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere retirar la mitad de las tropas que tiene desplegadas en Afganistán, según informaron dos oficiales del ministerio de Defensa al diario The New York Times. La decisión del mandatario se conoció un día después de que anunciara su retiro militar de Siria y al mismo tiempo que se conoció la dimisión del Secretario de Defensa, James Mattis. 

Estados Unidos tiene un total de 14.000 militares en Afganistán y según las fuentes oficiales citadas por el Times retirará la mitad. Las tropas dejaron de combatir en 2014 y actualmente se dedican a entrenar y orientar a las fuerzas afganas, como así también hacen labores de contraterrorismo contra Al Queda y el Estado Islámico. Pese a ello, este año los ataques aéreos de EE.UU. al país asiático fueron los mayores desde el inicio de la guerra hace 17 años.  

Una de las promesas de campaña de Trump fue replegar al máximo las tropas estadounidenses en el exterior, aunque hasta último momento Mattis y otros asesores lo había convencido de mantener o incluso ampliar la presencia en algunos países. El repliegue de la mitad del contingente en Afganistán se ve así como un primer paso en el cumplimiento de esa promesa. Una de las fuentes citadas en el Times argumentó que la decisión tendría como objetivo que Kabul sea más dependiente de sus tropas. Al respecto el portavoz de la presidencia afgana, Harun Chajansuri, indicó en la red social Twitter que la decisión no afectará a su país. “Si unos pocos miles de militares extranjeros que asesoran, entrenan y apoyan a la fuerzas afganas se van, no afectará a nuestra seguridad. En los últimos cuatro años y medio nuestra seguridad estuvo completamente en manos de afganos y el objetivo final es que las fuerzas de seguridad sean independientes a la hora de proteger y defender el territorio,” manifestó el portavoz presidencial. Una precedente retirada de unos 100.000 militares extranjeros en 2014 suscitó en ese entonces el temor de ver cae a Afganistán, señaló para luego agregar: “pero nuestras valientes fuerzas de seguridad afganas demostraron gracias a su sacrificio que ese análisis era falso y defendieron la integridad territorial y nuestro pueblo.” 

Parte de las fuerzas estadounidenses operan a la vez en una misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en apoyo a sus homólogos afganos en la lucha contra el terrorismo. Y otra, en cambio, participa en la misión de la Alianza Atlántica “Resolute support” (Apoyo Decidido) y se dedica a entrenar y aconsejar al ejército afgano en su guerra contra el talibán. De momento, se desconoce cuál será la operación afectada por la retirada de tropas. Sin embargo, al anunciarse la intención de Trump, la organización reafirmó que continuaría con sus operaciones en el país asiático. En este sentido, Oana Lungescu, una portavoz de la Alianza Atlántica reafirmó el compromiso. Según afirmó, recientemente se celebró una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros de la OTAN en donde acordaron garantizar la seguridad y la estabilidad por largo plazo en Afganistán. “Nuestro compromiso es importante para garantizar que Afganistán no se convertirá en un refugio para los terroristas internacionales que nos amenazan a todos”, añadió la portavoz de la OTAN. 

La portavoz también homenajeó a Mattis, quien dimitió por su desacuerdo con la nueva estrategia militar de la Casa Blanca. “Mattis tuvo un rol clave para mantener una OTAN fuerte y dispuesta a afrontar los desafíos de seguridad ante los cuales estamos confrontados. Mattis es un hombre muy respetados como soldado diplomáticos”, declaró Lungescu. 

La decisión que podría poner en juego la situación social de Afganistán se dio a conocer un día después de que el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Jalilzad, afirmara que el Talibán aceptó la vía política para acabar con la guerra. Jalilzad lo comunicó luego de una semana de reuniones con una delegación de insurgentes en Abu Dhabi. “El Talibán dijo que no hay solución militar, que no puede derrotarnos”, aseguró. Jalilzad apuntó además que prometió acabar con la guerra en Afganistán pero que en caso de continuar, Washington estará del lado del pueblo afgano. Por el momento Estados Unidos no dio más detalles sobre el encuentro pero el Talibán declaró que conversó con Estados Unidos sobre el fin de la intervención en Afganistán pero sin abordar un alto al fuego, la celebración de elecciones ni la formación de un gobierno interino. En el encuentro el Talibán afirma que pidió el cese de los bombardeos a los civiles.

Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza el movimiento Talibán que controla cerca del 50 por ciento del territorio afgano. Estados Unidos y sus aliados invadieron Afganistán luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. La misión fue dada por concluida en 2014, pero el 1 de enero de 2015 la OTAN anunció allí la nueva operación bautizada como “Apoyo Decidido”.