El fashion film apodado Run away, un juego de palabras con las pasarelas y su vértigo non stop, exhibe a Bimba Bosé, la modelo, cantante y musa de la estética madrileña de siglo 21 en una desopilante secuencia de trucos de maquillaje previos al desfile de su amigo y socio, David Delfín. Dirigido por Diego Postigo, quien fue su pareja y padre de sus dos hijas, allí se registra en clave paraódica tanto la transformación  desde que se despierta en sábanas de la línea hogar de Delfin como a los gags previos a llegar a Ifema, la feria donde transcurre la pasarela madrileña Cibeles, ahora apodada Mercedes Benz Fashion Week. En esa carrera por y para la moda -que celebró los diez años de la firma David Delfin- su emblemático corte garconne fue acicalado por manos pintadas de azul y los ojos fueron ornamentados con rodajas de pepinos, el más viejo ardid cosmético para la fatiga que provocó que un peatón a punto de ser atropellado calificara su belleza rara avis de fealdad, a lo cual, sin abandonar el acelerador ni el volante, Bimba disparó a cámara: “Nunca fea, tal vez andrógina o rara, ya verán qué linda estaré cuando salga a la pasarela”. Esa y muchas otras imágenes celebratorias de Bimba Bose, nacida en Roma en 1975 con el nombre de Eleonora Salvatore y en el contexto de una familia vinculada con la música la actuación y la tauromaquia (sobrina de Miguel Bosé, nieta de Lucas Dominguín) emergieron el lunes 23, luego de que se anunciara su muerte como consecuencia de un  cáncer. 

Su apariencia masculina, aunque con pómulos exaltados como si llevase rubor, un corte punk que supo matizar con pelucas devino icono de la cultura pop española. Tenía 41 años y su belleza andrógina asomó en pasarelas como musa y colaboradora del diseñador David Delfin, el malagueño al que conoció en 2002 y para el que posó en una serie de cortos experimentales, fotografías de moda que devinieron en el desfile  “Corte de los Milagros”, la colección en la que las y los modelos iban encapuchados y con la soga al cuello cual si camino a la horca y que los llevó a ambos a las primeras planas de la prensa española. Pero luego de  los efectos gore de los comienzos y de regodeos con el cine de terror, su imagen modeló los tuxedos que remixaron volados de bata de cola,  llevó vestidos de seda negra, proclamó el manual de estilo de la androginia antes de que se instaurase la categoría de moda “agender”.

Los comienzos de la labor en la moda de Delfin remiten a 1999, luego de flirtear con las artes visuales y la pintura y el paso por el teatro. En sus comienzos experimentó con ropas compradas en rezagos; camisas, pantalones, cazadoras, ropa interior, zapatillas y accesorios denotaban  las huellas de su anterior uso, anticipándose a los actuales básicos de Vetements. Su manifiesto sumó la veneración de la obra de Joseph Beuys, de cuya tipologías construyó una línea de estampas para remeras: su simbiótica relación de moda y amistad dejó sentado que ella abría y cerraba los desfiles o bien cantaba en la pasarela. Porque BB también fue música y DJ, tuvo una banda apodada Los Cabriolets -con guiños al jazz y la electrónica- entonó el hit  “Como un lobo” junto a su tío David, ambos vestidos de blanco y negro por David Delfin, tanto en un video como en los premios Grammy. Su silueta fue fotografiada y exaltada para editoriales de moda en Harper´s Bazaar y en Vogue, ya por Steven Meisel, Mario Testino y  el fotógrafo argentino Juan Gatti, quien en ocasiones la retrató emulando a un Ziggy Stardust. 

Luego de una mastectomía realizada en 2014, Bimba posó para la portada de la revista Yo Donna sin ocultar las cicatrices y fue la cara visible de diversas campañas de prevención del cáncer de mama.