A partir de una resolución publicada la semana pasada en el boletín oficial, para hacerse el test de VIH bastará con la solicitud y la firma del consentimiento informado. Esto significa un avance en lo que refiere a ganar tiempo, ya que no será necesario ver a un médico que habilite una orden para acceder al testeo (requerimiento que no rige en todos los centros de salud, aunque ahora dejará de ser discrecional). Por otra parte, la resolución 55-E2017 también recomienda a todos los miembros del equipo de salud informar y ofrecer la prueba a quienes entren en contacto con el sistema -independiente de la causa-, a la vez que establece la obligatoriedad de invitar a realizarlo en  embarazadas y personas que estén atravesando enfermedades que pudieran ser oportunistas.  

“Cualquier eliminación de burocracia para acceder a los testeos la vemos como bienvenida, ya que sabemos lo que cuesta para muchas personas trans pasar por los servicios de salud y el desaliento que se vive cuando aparecen complicaciones”, dijo a SOY Ivanna Aguilera, referente de la organización cordobesa Devenir Diverse. “Lo que no podemos dejar de lado es que el diagnóstico es solo una parte para enfrentar el avance del virus, y en ese punto hay mucho por denunciar: el año pasado no se repartieron desde la gobernación los preservativos que siempre nos llegaban para distribuir entre las compañeras. Se quitaron los bolsones semanales de comida del plan Comer Juntos y ahora en cambio se achicó a un bono de mil pesos mensuales. Hay casos en que la entrega de medicamentos se raciona y en vez de dar para un mes hacen ir varias veces a buscarlos. Y se puede seguir, ya que el vaciamiento es enorme. Todos estos son factores que se relacionan, ya que al momento de pensar en salud integral es necesario que las personas puedan alimentarse, tener un lugar para vivir y un mínimo de estabilidad para sus vidas”.

El reclamo que llega de Córdoba no es un caso aislado. La situación empezó a visibilizarse en diciembre por el Frente por la salud de las personas con vih, cuando se registraron faltantes en nueve provincias por problemas alegados a distribución o cuestiones administrativas. Mientras desde la Dirección nacional de sida y ets dieron un plazo -que se cumplió el 25/01- para normalizar la situación, el ministro de salud de Chubut, Ignacio Hernández, dijo esta semana que la problemática continúa: “Tuvimos un déficit muy importante en el envío de los medicamentos oncológicos y los conocidos como de alto costo. Por eso conversé con (el ministro de Salud) Lemus, quien se comprometió a que esto no suceda en el 2017, cosa que sigue sucediendo”. 

Sobre esta incertidumbre en relación a los medicamentos existe un pedido general y es que se terminen las excusas. Si 2016 fue un año atravesado por el cambio de estructura en políticas públicas, el acomodamiento frente al nuevo escenario de gestión y la renuncia del ex director de sida y ets, Carlos Falistocco; la urgencia es que este 2017 el compromiso de los funcionarios sea asumido sin hablar de la defensa de la salud como un tema delegado en terceros.