Cuando el punk reafirmó la idea de que en el rock se podía romper todo, y llevó al vértigo esa experiencia, también reinventó otra forma de ternura: la cohibición en el medio del vale todo. ¿Puede un pibe estar metejoneado con su amigo que tiene una banda llamada Eructo de Semen y no encararlo? Se puede, claro, y se puede hacer una canción de amor de verano que se llame “Eructo de Semen” y que sea de esas invenciones que van de la ternura al erotismo ida y vuelta, como un bromance denso, dulce y perverso. Quienes son responsables de descomponer el sentimiento punk hasta que muestre su lado afelpado de lija al agua son Carmen Sandiego, banda montevideana que sacó un disco donde le dan cuerpo a una decena de canciones de su particular pop de perdedores que no perdonan. Mapas anatómicos se llama el disco que salió el mes pasado, en la agonía del funerario 2016, y al escucharlo hay dosis de un pop poroso que puede absorber el ruido tanto como el pulso bailable, hasta llegar a esos lugares donde ya no hay mucha frontera en pie que pueda parar el movimiento de una canción. El derrumbe de fronteras está grabado en la tapa del disco: los cuerpos de Carmen Sandiego, que son Matías Lens, Flavio Lira, Lucía Riera, Ezequiel Rivero y Leticia Skrycky, se sobreimprimen como caras de la estela de uno o muchos fantasmas, cuerpos dentro de cuerpos en negativo, cartografía y radiografía colectivas. En la canción que casi da nombre al disco, Carmen Sandiego canta “Un mapa arruinado sigue siendo un mapa”, con las voces cómplices de Rosario Bléfari, Lucas Meyer, Sylvia Meyer y Sebastián Pina, y la única forma de que se arruine es borrando las fronteras, las latitudes, las distancias, los hemisferios. En esa nueva zona desterritorializada, en esa película que “le faltan cuadros” y que quedó irrecuperablemente deforme para siempre, es donde mejor se puede cantar y bailar con lo propio y lo ajeno.

Esa zona a veces se llama pogo, danza tribal, fusión y confusión física, y a eso le dedica Carmen Sandiego el primer videoclip (esperemos que no sea el último) de este nuevo disco. Mientras “Eructo de Semen” cuenta esa otra historia de amor, de nostalgia y cohibición, las imágenes enfocan el microcosmos de un pogo, con todos los tics del ritual del público en un blanco y negro en ralenti que convierte todo en gesto erótico exhibicionista de la caricia viril. Como la estilización marica de Fassbinder en la adaptación de Querelle de Jean Genet, con una particular electricidad homoerótica donde lo burdo da toda la vuelta hasta volverse sutileza y suspiro, el videoclip de Carmen Sandiego, dirigido por Gonzalo Torrens, violenta la ternura del roce y goce del éxtasis del pogo, donde una caricia en el culo entre los pibes es la grúa que te eleva, donde una cerveza destapada en la entrepierna o que estalla de espuma en la boca es un pop shot homocore. Además, el video contiene un cameo a Pau O’Bianchi, expansivo, inmenso y descentrado músico y pogonauta montevideano, que el último año editó, entre otros, un disco de pop incendiario con el nombre más profundamente queer del sistema solar: Jesús negro y los putos. Y en esa galaxia de tipos que se amalgaman, Carmen Sandiego traduce su canción en un porno pogo donde el lampiño y el peludo, el gordo tetón y el raquítico, la brutalidad viril y el headbanging andrógino, se chocan en una multiplicidad anatómica que genera otra, fiestera hasta lo orgiástico. En medio de esa tormenta, también hay lugar para un romance, un metejón que se filtra para desordenar aún más el pogo, con la convicción de que entre tanta violencia física se puede bailar un lento. l

Mapas anatómicos de Carmen Sandiego se puede escuchar en carmensandiego.uy