Un tribunal español decidió a fines de diciembre mantener la libertad provisional a los cinco miembros de La Manada, condenados en primera instancia a 9 años de prisión por abuso sexual múltiple a una joven de 18 años, en 2016, durante las fiestas de los Sanfermines de la ciudad de Pamplona. La sentencia inicial, recibida con muchas críticas por colectivos de mujeres y referentes políticos, fue confirmada ahora por un tribunal superior.

Los condenados seguían en libertad a la espera de una decisión sobre si se los encarcelaba mientras se resuelve una nueva apelación, esta vez ante el Tribunal Supremo, tanto por parte de la acusación (que pide una condena por violación, a 22 años) como de la defensa (que solicita la declaración de inocencia al considerar que hubo consentimiento).

Un tribunal de la región de Navarra decidió, por mayoría, que los cinco miembros del grupo continúen en libertad provisional, ya que no halló razones suficientes para cambiar su situación y encuentra “endeble” el riesgo de fuga.

Uno de los tres jueces, el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, formuló un voto particular en el que abogó por decretar la prisión provisional sin fianza de los encausados.

En julio de 2016, los cinco miembros del grupo que se autodenominaba La Manada entraron con una joven al zaguán de un edificio de viviendas de Pamplona y sexualmente de ella. La mujer, a quien también habían robado el teléfono, los denunció inmediatamente después.

El caso generó una amplia movilización social, especialmente de mujeres, y sobre todo en repudio a la sentencia, que no consideró que hubiera violación ya que los jueces no consideraron que los cinco hombres hubieran ejercido violencia ni intimidación sobre la joven. Durante el juicio, la mujer explicó que se había sometido a sus agresores por miedo.