Durante alrededor de cuatro horas, un hombre armado mantuvo a diez personas como rehenes en una peluquería de Montevideo, en venganza porque una de ellas, su ex novia, no quería reiniciar la relación sentimental con él. Durante la toma de rehenes, que implicó también la paralización de las actividades en la cuadra y en el supermercado de enfrente de la peluquería, el hombre transmitió en su perfil de Facebook algunos minutos de lo que sucedía dentro y cómo amenazaba a la mujer y a las demás rehenes. Poco antes de las seis de la tarde el hombre se entregó y todas las personas retenidas fueron liberadas ilesas. 

Poco después del mediodía, el hombre entró en la peluquería “Amor mío”, ubicada en avenida Francisco Soca y Óscar Gestido (Pocitos), donde trabaja su ex pareja, a quen quería ver. La mujer se negó a hablar con él y el joven extrajo un arma de entre sus ropas y comenzó a proferir  amenazas. Otra de las empleadas del lugar llegó a escapar, y poco después, refugiada en un comercio cercano, llamó a su pareja para advertirle sobre lo que sucedía. 

Mientras permanecía atrincherado y amenazaba a los rehenes, el hombre efectuaba disparos al aire y a las ventanas de comercios cercanos. Llegó, inclusive, a transmitir un video de lo que sucedía allí dentro. “Acá estamos con esta gente hermosa. Con esta putita que traiciona. Miren, miren, esta trola traicionó”, decía mientras acercaba el arma a la cara de su ex pareja. “Y ahora va a morir. Ahora vamos a morir todos. Mirá como estamos acá. Esto me encanta. Eso es lo que no quería. Eso es lo que busca esta perra”, añadió antes de cortar la transmisión. Para entonces, el jefe de Policía de Montevideo definió la situación como “crítica”.

Por orden policial, el supermercado ubicado frente a la peluquería cerró, con todos los clientes dentro. Desde allí, algunos compartían a través de redes sociales fotos y videos de lo que sucedía en el comercio y qué se veía de la toma de rehenes. Al cabo de dos horas, les permitieron salir del lugar. “La policía empezó a sacar la gente del vidrio de la entrada y nos terminaron diciendo que fuéramos para atrás. Durante 45 minutos, una hora, se veía desde el supermercado al tipo acercándose a la puerta con la mujer agarrada y con el arma en la otra mano, en la puerta de la peluquería”, contó un cliente al diario uruguayo El Observador.

Gran parte de lo que ocurría fuera de la peluquería fue transmitida en vivo por televisión, por lo que la policía pidió a los medios que interrumpieran los móviles, por temor a que el atrincherado accediera a información sobre el operativo. En tanto, una mujer que se presentó como la madre del hombre y un joven que dijo ser su hermano se presentaron ante los negociadores y se pusieron a disposición. Poco después, el hombre se entregó.