Tan bizarro como popular, tan inmediato como insólito, Crónica TV es tan argentino como el dulce de leche, la birome o el colectivo. Con detractores y amantes por igual, el canal forma parte de la imaginería audiovisual del país. Sus placas rojas fueron, son y serán una compañía ineludible para cualquier argentino. ¿Cuáles son los secretos de esa señal informativa tan diferente al resto, capaz de hacer de un absurdo de la realidad una noticia en sí misma? ¿Quién está detrás de esas placas rojas que –con la clásica cortina musical alarmando de fondo– pueden llegar a difundir la noticia menos esperada como la ironía más cruel, rozando incluso el mal gusto? A 25 años del nacimiento de Crónica TV, Marcelo Figueroa acaba de publicar Fue primicia (Ediciones Continente), un libro que recorre la vida de la señal informativa más distintiva de toda la oferta de la TV por cable. El volumen implicó un intenso trabajo de archivo y que cuenta con más de cuarenta entrevistas a trabajadores del canal, entre las que se destaca la que el autor le hizo a Héctor Ricardo García, fundador de la señal que desde hace un cuarto de siglo está “firme junto al pueblo”.
La primera idea de escribir un libro sobre los misterios, curiosidades y dinámicas internas de Crónica TV comenzó en un estudio de radio. Allá por 2006, Figueroa era el productor de un programa en la ya extinta Radio Spika cuando notó que cada vez que levantaba la vista hacia los monitores que rodeaban el estudio la atención de sus ojos siempre recaía en Crónica. “Es que ese canal, desde sus inicios, ha sido un aliado de productores de otros medios. Y lo que primero me generó curiosidad, como a muchos, fue ese costado irónico y bizarro de las placas rojas: conocer quién las escribía, con qué criterio y qué requisito debía tener una información para transformarse en placa roja”, le cuenta a PáginaI12 el autor del libro, que en realidad es productor de radio de oficio (actualmente produce Cheque en blanco, los sábados en Futurock.fm). Esa curiosidad derivó en un libro que durante años estuvo guardado y que, actualizado, finalmente fue publicado con motivo de los 25 años de la señal: Crónica TV nació el 3 de enero de 1994 con la promesa de emitir en vivo y en directo las 24 horas, algo que el resto de los canales no hacía.
–¿Y pudo averiguar, finalmente, qué requisito debía tener una noticia para alcanzar estatus de placa roja?
–Cuando le preguntás a los redactores cuáles son los requisitos de una noticia para convertirse en placa roja responden con dos palabras: sangre o ironía. Allí está la clave. Las placas rojas son lo único que conserva hoy el canal de aquellos primeros años de Crónica TV. Hoy, el canal ya no está en manos de García, dejó de emitir en directo sorteos de quiniela y carreras de turf, tiene menos coberturas en vivo y recitales de Sandro y otros músicos populares, ya no forman parte de su staff de presentadores Carozo y Narizota, y ahora se llama Crónica HD.
–¿Es verdad que la manera para llegar a la “primicia” era a través de un receptor de radio que estaba ubicado en el medio de la redacción y que lo único que reproducía era la frecuencia policial?
–Es verdad que en la redacción de Crónica tenían un receptor de radio en el que sintonizaban la frecuencia del comando radioeléctrico y así escuchaban los diálogos de la Policía Federal. Un comisario me aclaró que monitorear ese canal no constituía ningún delito, sin interferir esas comunicaciones. Lo hacían en otras redacciones también, pero aquí su escucha era permanente. A ese equipo de radio lo llamaban “el monito”, por el ruido chillón que emitía. Más acá en el tiempo dejaron de hacerlo, una vez que lograron armar una red de informantes entre los que se contaban jefes policiales y funcionarios del área de Seguridad.
–¿Qué cree que representa Crónica TV para el periodismo argentino y, fundamentalmente, para la sociedad?
–Crónica es un referente del periodismo popular, tildado de “sensacionalista” o “amarillo”. El lema “firme junto al pueblo” que García usó en el diario desde la década del 60 y repitió en Crónica TV no fue cuento, era así. Quienes llamaban al canal hablaban directamente con los productores, sin el filtro de un recepcionista o un contestador. En las paredes de la redacción no había muchos monitores ni relojes que informaran la hora de las ciudades más importantes del mundo. En las paredes de Crónica TV había un par de mapas del conurbano, el territorio que sus móviles recorrían a diario, algunos lugares donde ni siquiera ingresaba patrulleros ni ambulancias. Ahí iban las cámaras del canal para reportar crímenes truculentos, a denunciar casos de pibes víctimas del gatillo fácil, en busca de un hombregato, o para contar que a una anciana le habían pegado, robado y hasta le habían comido la pastafrola. Otras veces la noticia era en la gran ciudad, en plena madrugada. Y al llegar a Palermo, para cubrir un accidente automovilístico, descubrirán que un joven descarriado y disfrazado de Batman está en lugar sin poder explicar cómo han ocurrido los hechos. Así y todo, para Crónica TV esa será la noticia: “Batman, único testigo”. Eso es Crónica. Y sus seguidores, lejos de escandalizarse, festejan esa lectura irónica de la realidad. Y hoy, a través de las redes sociales, lo harán viral.
–Siempre fue un canal muy popular, pero también muy criticado por su manera de ejercer el periodismo. ¿Cuáles son, a su criterio, los principales aportes de la emisora y cuáles sus principales defectos?
–Como mérito o fuerte del canal destacaría su presencia allí donde ocurría la noticia. Y siempre todo aquello de interés popular. Quizás el canal no daba análisis, pero todo lo que debía saberse estaba en pantalla y muchas veces antes que nadie. Es cierto que Crónica TV ha sido cuestionado por su forma de contar y cubrir las noticias. Hay quienes señalan que el canal no tiene límites éticos. Eso no es así. Lo que se puede decir es que la obsesión por llegar antes en la carrera por las primicias hizo que el canal cometiera algunos errores. Por citar un ejemplo, recuerdo cuando dieron por muerto al entonces gobernador de San Juan José Luis Gioja. Publicaron una placa negra con ese dato, que no se correspondía con la realidad. Fue por no tener bien chequeada la información.
–¿Le consta que el canal tiene límites?
–Me consta. En 1995 tuvieron las primeras imágenes de Carlos Menem Jr. agonizando, a poco de que su helicóptero cayera en Ramallo. Y decidieron no publicarlas. Otra vez, uno de sus camarógrafos registró imágenes del cuerpo descuartizado de una niña y tampoco salieron al aire. Crónica se ha caracterizado por mostrar imágenes de cadáveres. Es más, García siempre recuerda que de su periódico llegó a decirse que si se lo escurría, chorreaba sangre. El se defiende y dice que “los muertos existen, no los matamos nosotros” y que ahora “aparecen en portada en otros diarios y canales y ¡hasta en colores!”.