Romina tiene 17 años y sale con un chico de 23 años desde hace ocho meses. Él la forcejea, la empuja, la patea. Le saca el celular, le dice que ella es infiel y le prohíbe salir con amigas. Además le molesta que ella estudie en el secundario, la persigue por la calle y se aparece dónde está ella. Romina habló con la Línea 144 junto con su mamá y su abuela y es uno de los 532 llamados, registrados durante el 2017, de adolescentes (de entre 12 y 17 años), autopercibidas mujeres en el que relataron sobre la violencia de género sub 18. En siete de cada diez casos la violencia la ejercen los novios y en tres de cada diez casos sus ex parejas. 

A pesar de ser tan chicas, la mayoría (el 61 por ciento) padece maltratos en un lapso que va de uno a cinco años y el 37 por ciento en un tiempo promedio menor a doce meses. La violencia incrementa el riesgo de femicidio en un 25 por ciento de los casos en donde la presencia de armas es una amenaza de asesinato. Sin embargo, solo en el 5 por ciento de los casos la justicia había dictaminado medidas de protección por lo que se ve un especial desamparo público para cuidar la vida y el cuerpo de las jóvenes. 

Casi siempre hay violencia psicológica (94,2 por ciento) y en el 82,9 por ciento también violencia física. Además, en un 40 por ciento existe violencia simbólica; en el 10 por ciento violencia económica y patrimonial y en un 9,8 por ciento de los llamados violencia sexual, según el informe “Deconstruyendo la violencia de género en la Adolescencia”, del Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres. El análisis de las consecuencias de la violencia machista entre las más chicas también muestra que en el 79,7 por ciento de las situaciones la violencia es doméstica y en un 1,5 por ciento de los casos es institucional. Mientras que se relatan un 1,3 por ciento de situaciones de violencia contra la libertad reproductiva.