En un operativo por tierra y aire cuyo blanco resultó ser una escuela, y donde fallecieron nueve civiles, entre mujeres y niños, 14 milicianos de Al Qaida fueron asesinados en la provincia de Bayda, centro de Yemen. El ataque tuvo como objetivo la red Al Qaida en ese país, informó ayer el Mando Central de Estados Unidos, encargado de las operaciones militares en Medio Oriente. También murió un soldado de Estados Unidos, el primero en Yemen desde que asumió Donald Trump. Su antecesor, Barack Obama, se había sumado a la ofensiva militar de Arabia Saudita contra la milicia rebelde local de la minoría hutí. 

Horas más tarde del anuncio militar, Trump celebró en un comunicado la operación. “En un ataque exitoso contra el cuartel general de Al Qaida en la Península Arábiga (AQAP), las valientes fuerzas estadounidenses fueron determinantes en el matar a un número estimado de 14 miembros de AQAP y apoderarse de importantes informaciones de inteligencia que ayudarán a Estados Unidos a prevenir actos de terrorismo contra ciudadanos y personas en todo el mundo”, sostuvo el mandatario. En el texto Trump no mencionó a las víctimas civiles que provocó la incursión, pero sí expresó sus condolencias por el militar estadounidense muerto y auguró una pronta recuperación para sus tres compañeros heridos.

Decenas de soldados estadounidenses de fuerzas especiales, transportados en helicópteros, descendieron ayer por la madrugada en la localidad de Yakla, ubicada a unos 270 kilómetros al sureste de la capital, Sanaá, y atacaron varias casas de miembros del grupo terrorista Al Qaida. En los momentos previos a la operación terrestre, una veintena de helicópteros Apache y aviones no tripulados sobrevolaron la zona y bombardearon una escuela, una mezquita y una cárcel, consideradas como sedes de los jihadistas.

En la operación, que duró al menos una hora, según información suministrada por los lugareños, perecieron tres destacados miembros de la organización que fueron identificados como Abdelruuf al Dahab, su hermano Sultán al Dahab; y el tercero, Seif al Yufi. Los residentes de la zona aseguraron que además murieron seis mujeres y tres niños, y 15 combatientes de   la organización islamista. Otro miembro de Al Qaida, identificado como Abdallah al Dahab, se encuentra en estos momentos desaparecido, y es buscado por las autoridades, añadieron las fuentes.

Sin dar más detalles, varios vecinos indicaron que se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas especiales y los combatientes de Al Qaida. Tanto Al Qaida, como el grupo jihadista Estado Islámico (EI) aprovecharon el deterioro de la seguridad en Yemen debido al actual conflicto entre las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi y los rebeldes hutíes, para expandirse en las áreas del sur del país. Se trata del segundo ataque en Yemen en la era Trump. El primero fue durante el fin de semana posterior a la asunción del mandatario. 

En este primer ataque, en apenas 24 horas, al menos 66 personas, entre ellas tres hombres sospechosos de pertenecer a Al Qaida, murieron a causa de bombardeos con aviones estadounidenses no tripulados (drones) e intensos combates entre el ejército y los      rebeldes en la costa occidental de Yemen. 

Según fuentes del movimiento rebelde chiíta de los hutíes, al menos 32 civiles, entre ellos 6 niños, murieron en bombardeos de Arabia Saudita en el suroeste de Yemen durante las últimas 24 horas.