“Dominicanos matan a joven colombiano”. “Atrapan a chileno que abusaba de su hijastra”. “Haitiana con VIH mordió a una médica”. El 64 por ciento de las personas migrantes que protagonizan las noticias aparecen asociadas a un delito. El dato se desprende de un monitoreo de medios realizado por la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (Caref). La organización denunció que los medios de comunicación “legitiman” la construcción del migrante como delincuente, lo que es funcional a las “políticas de criminalización de la migración” que lleva adelante el gobierno nacional. También que el Ejecutivo actúa, por un lado, con una “lógica de control exacerbado de los migrantes”y por otro “pone muchos obstáculos para acceder a la regularidad, aun para ellos que tienen los requisitos”. Denunció asimismo la “tergiversación” de las estadísticas migratorias y de delitos por parte del Ejecutivo para construir “amenazas que son ficticias” y que los medios reproducen acríticamente.

“Todo nos remite a la ley Videla (de migración), a los ‘90. Se pone a los migrantes como chivos expiatorios, los que tienen la culpa de todos nuestros problemas: de la inseguridad, de la falta de trabajo, de los delitos graves. Es un déjà vu constante”; “lo que está en riesgo es la ley migratoria”, planteó la organización.

El “caso Brian” es marcado por Caref como un hecho en el que el papel de los medios de comunicación permitió alimentar un clima de sospecha sobre la población migrante. Brian fue un adolescente que murió por un disparo por parte de otro adolescente migrante, en el marco de un asalto a otras personas, a fines de 2016. El “caso” monopolizó las pantallas de los canales de noticias y las páginas de Policiales, para pronto instalarse en la sección de Política de los medios en las que se puso el eje en el pedido del endurecimiento de leyes migratorias y de la baja de imputabilidad. “Eso fue muy evidente en ese tiempo. Eso fue legitimando al punto de que se publicara este decreto (DNU 70/2017) donde en los argumentos habla de que los migrantes son los responsables de los grandes delitos en nuestro país y por lo tanto el Estado establece que todos aquellos que cometan delitos van a ser expulsados prontamente. Eso es una falacia. Es un dato manipulado que es falaz”, explicó a PáginaI12, Gabriela Liguori, coordinadora general de Caref.

En la entrevista analizó las estadísticas sobre la participación de migrantes en delitos graves que volvió a instalar en la agenda pública días pasados la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, para endurecer la política migratoria (ver aparte).

“Ubica a la población migrante en un lugar donde se construyen nuevas amenazas que son ficticias, que no son reales. Una política criminal que pone tanto énfasis en la cuestión migrante es ridícula”, agregó Liguori. También se refirió a que ese tipo de política fortalece los prejuicios e ideas xenófobas que circulan en la sociedad. “Las fortalece el propio Estado de una manera muy irresponsable. Primero es el uso de datos recortados de una manera falaz, después los medios que los reproducen si chequear... a sabiendas que la construcción de que estas amenazas encarnadas en personas concretas generan muchos padecimientos”.

Caref llevó adelante el “monitoreo de medios sobre movilidad humana en la prensa gráfica argentina” con el fin de analizar el tratamiento mediático de la migración. Fue realizado entre los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2018 durante cuatro semanas no consecutivas, sobre las versiones online de los diarios Clarín, La Nación, PáginaI12, Crónica, Diario Popular y la agencia de noticias Télam. El estudio muestra cómo muchos de los principales medios asocian mayoritariamente a la población migrante en Argentina con noticias sobre delincuencia, sean estos delitos menores o directamente contra el Estado. Todo contado con un lenguaje que refuerza la idea de la inmigración como una invasión. 

El monitoreo analizó 168 noticias. La mayor parte apareció en el diario Clarín (31,8 por ciento) y en el otro extremo, el diario que menos noticias sobre migración y refugiados publicó fue PáginaI12, con 7,9 por ciento.

Las noticias fueron organizadas en cinco grupos temáticos: inmigración y refugio, racismo y xenofobia, violencia de género, política y policiales y seguridad. El grupo que más noticias concentró fue el de Policiales y Seguridad, con un 61,5 por ciento, seguido de Política, con 30,4 por ciento. El resto de los temas está por debajo del 4 por ciento.

El diario que más noticias sobre migrantes ubicó en Policiales y Seguridad fue Clarín, seguido por La Nación y en tercer lugar por Crónica. PáginaI12 es el que menos noticias de este tipo cuenta.

En el análisis fueron identificadas 287 personas, de las cuales la mayoría fueron varones (83 por ciento) mientras que las mujeres ocuparon un 12 por ciento de las noticias y hubo un 5 por ciento de personas que no fueron identificadas por su género. En este sentido, Caref llamó la atención sobre la “subrepresentación” de las mujeres migrantes y refugiadas, ya que en realidad quienes llegan al país son en su mayoría mujeres. También señaló que hubo una sola nota donde apareció una persona identificada con el colectivo Lgttbiq.

El 93,5 por ciento de las personas representadas como victimarios fueron varones. Además, el 64 por ciento de las personas representadas como víctimas también fueron de género masculino, mientras que el 20 por ciento fueron mujeres.

Solo el 12 por ciento de las noticias analizadas dieron voz a las personas inmigrantes, extranjeras y refugiadas. “El dato es más grave cuando solo el 5,4 por ciento lo hace hablando directamente con ellas, mientras que el 7,3 por ciento restante lo hace a través de publicaciones en otros medios o en redes sociales”, revela el informe.

“El uso casi exclusivo de fuentes gubernamentales y de periodismo declarativo, unido a la construcción de relatos sin la voz de los protagonistas, genera noticias de enfoque subjetivo, silenciando a las personas inmigrantes, extranjeras y refugiadas. Se construye un discurso sobre ellas pero sin ellas”, plantea el informe.

“La reiteración de las operaciones discursivas analizadas en el informe sobre personas migrantes dan cuenta de cómo desde los medios de comunicación se promueve una imagen del migrante peligroso, invasor, que viene a poner en riesgo al propio Estado y sus instituciones”, plantearon desde la organización. Caref cuestionó la “irresponsabilidad” en que los medios reproducen acríticamente los dichos de funcionarios/as. “Nos planteamos unas semanas al azar y en el medio fue la represión por la votación del presupuesto de 2019. Entonces la cantidad de noticias por día que aparecían referidas a migración aumentó exponencialmente. El 26 por ciento de las noticias que monitoreamos fueron detectadas en esa semana y lo que aparecía en los titulares eran los textuales de funcionarios que en general repiten dichos xenófobos, basados en el sentido común, que no estaban chequeadas con datos de la realidad, con ningún tipo de fuente, ni oficiales, ni de migrantes ni de organizaciones sociales”, explicó Celeste Farbman, coordinadora del monitoreo.

–¿Qué impacto tienen estas noticias en la población migrante? –preguntó Página/12 a Liguori.

–Tiene una repercusión muy fuerte en la sociedad en general y en la población migrante. El ejemplo del tratamiento del presupuesto de 2019 es clarísimo de cómo se utiliza la criminalización de los migrantes para encubrir, para poner un telón sobre aquellas cuestiones complejas de nuestra sociedad que ameritan una mirada crítica, profunda, reflexiva. Los medios estaban totalmente distraídos y distrayendo a la gente con el tour, con los venezolanos, y todo ese tiempo de aire se perdió para poder trabajar el tema central que era el del presupuesto. Creo que tiene una clara implicancia en la sociedad en general que es distraer a la población y generar una serie de sentidos comunes en contra de la población migrante que es lo que después repercute en el día a día de cualquier migrante. Que por el simple hecho de ser extranjero carga una mochila de imaginarios negativos. Las personas migrantes notan en este último tiempo una mirada más distante. Se encuentran con dichos discriminatorios de manera directa tanto en su vida diaria como en las instituciones. Hospitales que antes cumplían con la norma y daban un turno más allá del documento, ahora se sienten con la libertad de volver atrás y poner el cartelito “no se da turno sin documento”. El otro tema es la Policía, la violencia institucional donde hay algunos grupos que quedan especialmente expuestos, como los vendedores ambulantes senegaleses.

–Una de las persecuciones más fuertes del año que pasó.

–Sí. Y en el día a día son muchos más casos de los que llegan a los medios. Situaciones totalmente exacerbadas de maltrato, persecución, que van generando un clima de época donde el migrante termina siendo puesto en el lugar del indeseado, del sospechoso, del que hay que cuidarse.