Y finalmente, un día comenzó a extrañarlo. Con la presencia del ahora jugador de Colón Luis “Pulga” Rodríguez en una de las plateas del Presbítero Grella en Entre Ríos, Atlético Tucumán dejó pasar ayer una gran chance de acercarse al puntero de la Superliga y cayó por 3-0 en su visita a Patronato que, por su parte, salió de zona de descenso.

El Decano venía de disimular muy bien la partida de su máximo ídolo en la fecha pasada, cuando goleó a Gimnasia por 4-1 en Tucumán en la primera presentación de la era post Pulga. Pero en Paraná, la historia fue otra para Atlético, que no sólo sufrió la falta del autor de ocho tantos durante la primera parte del torneo, sino que además mostró numerosos descuidos defensivos, toda una rareza en el equipo comandado por Ricardo Zielinski.

La primera de esas desatenciones se dio a los tres minutos, cuando Germán Berterame (llegado desde San Lorenzo a préstamo durante el receso) elevó su 1,73 metro entre los defensores visitantes para poner de cabeza el 1-0 tras un centro de corner. Minutos después, un remate desde larga distancia de Gabriel Carabajal que dio en el travesaño anoticiaba al Decano que, además de sus fallas propias, debería lidiar con lo que sería un gran partido del número diez entrerriano, quien tuvo premio a los 37 cuando conectó de palomita un centro de Gabriel Compagnucci y puso el 2-0.

La desventaja no deprimió a Atlético, que fue por la remontada, se apoderó del balón y empezó a buscar el arco de Sebastián Bértoli. Pero con las imprecisiones de Rodrigo Aliendro y David Barbona, y la mala noche de Matos –expuesto con un pifie en un intento de remate de zurda–, se le hizo difícil la tarea. Para colmo, una mano de Juan Mercier en el área a los 62 terminó en penal, dándole la oportunidad de estirar su racha goleadora al paraguayo Gabriel Avalos, quien venía de marcarle un triplete a River en el triunfo por 3-1 en el Monumental.

Con el 3-0, a Atlético sólo le quedaba por ver cómo Yonatan Cabral era expulsado cerca del final y cómo se le alejaba la punta. Para el Patrón, en cambio, fue todo alegría al superar a San Martín de San Juan en los promedios y salir, tras mucho tiempo, de la zona de peligro.