El gobierno español de Pedro Sánchez aprobó ayer el decreto que ordena la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos y prohíbe a la familia  enterrarlo en la Catedral de La Almudena, en pleno centro de Madrid. La emblemática medida del gobierno socialista, que fue anunciada cuando Sánchez llegó al poder hace más de ocho meses, coincide con la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril. Sánchez había prometido sacar a Franco del Valle de los Caídos de forma inmediata, pero el proceso se complicó porque la familia se opone a la exhumación y advirtió que si el cuerpo era sacado de su actual tumba sería inhumado en la Catedral de La Almudena, donde se encuentra su hija. Esta posibilidad fue rechazada por el Ejecutivo, por tratarse de un sitio más accesible que el actual mausoleo y no sólo supondría darle un lugar de reconocimiento sino que podría facilitar actos de “enaltecimiento” o “exaltación” del dictador, algo que está prohibido por la Ley de Memoria Histórica. Por eso, el Consejo de Ministros español aprobó ahora un acuerdo que al mismo tiempo que ordena la exhumación de Franco, también prohíbe a la familia que lo entierre en La Almudena, alegando cuestiones de “orden público y seguridad”. El Ejecutivo da un plazo de 15 días a la familia para que señale un nuevo lugar de inhumación alternativo, según explicó la ministra de Justicia española, Dolores Delgado, en conferencia de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros que adoptó la decisión. En caso de que la familia no conteste, el Ejecutivo se reserva la decisión del lugar de enterramiento de los restos del dictador. Delgado destacó que la decisión es un acto de “responsabilidad histórica de este Ejecutivo” que marcará a “los españoles del futuro”. Desde su muerte en 1975, Franco se encuentra enterrado en el Valle de los Caídos, un monumento al fascismo que se encuentra situado a más de 50 kilómetros de Madrid, y que fue construido por orden del propio dictador, quien yace junto a los cuerpos de miles de sus víctimas.