Luis Chocobar será sometido a juicio oral y público por el delito de “homicidio agravado” luego de que el juez a cargo decidiera la elevación. El policía, que fue felicitado y alentado por el Presidente y la ministra de Seguridad, es responsable de la muerte de Pablo Kukoc, un chico de 18 años que estaba huyendo luego de herir e intentar robar a un turista estadounidense –junto a otro joven de 17– cuando recibió dos disparos mortales por parte del uniformado. Kukoc estaba de espaldas cuando Chocobar, en exceso del cumplimiento del deber según la calificación, le disparó y terminó con la vida del adolescente. 

El abogado a cargo de la defensa de Chocobar, Fernando Soto, explicó que ayer a la mañana el juez nacional de Menores Cristian Axel Von Leers cerró la etapa de instrucción y elevó la causa a juicio, por lo que en las próximas horas se sorteará el tribunal que llevará a cabo el debate. El tribunal que resulte sorteado también va a someter a juicio al presunto cómplice del joven asesinado, quien está detenido por “tentativa de homicidio criminis causa”.

A fines de enero, el fiscal Marcelo Martínez Burgos cerró la etapa de instrucción y pidió al juez la elevación a juicio, a lo que el defensor Soto no se opuso aunque sí solicitó que antes se realicen dos peritajes: uno sobre el arma blanca de Kukoc y otro sobre la reconstrucción del hecho. Sin embargo, el juez rechazó el pedido al sostener que son medidas “extemporáneas” y resolvió que esas mismas sean requeridas ante el tribunal que resulte sorteado, por lo que Soto no descartó que se abra una etapa de instrucción suplementaria previo al debate.

“Considero que la etapa de juicio es el mejor escenario para debatir con mayor detenimiento todas las aristas de los hechos investigados y la responsabilidad que le cabe o no al imputado”, sostuvo el fiscal Martínez Burgos, cuando pidió la elevación a juicio. 

“Pediré su absolución en el juicio oral porque Chocobar cumplió con su deber”, aseguró Soto, el abogado defensor, quien contó que su defendido “está con toda la angustia del caso” y con “la lógica preocupación de una persona que debe afrontar un proceso penal como éste”. Soto dijo estar convencido “de que en el juicio Chocobar será absuelto” porque “los delincuentes estaban dispuestos a matar”.

El delito por el que será juzgado Chocobar, “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber”, contempla una pena máxima de 5 años de prisión. 

El crimen ocurrió el 8 de diciembre de 2017. El fotógrafo estadounidense Frank Wolek, de 55 años, caminaba por el barrio porteño de La Boca cuando fue interceptado por dos jóvenes, de 17 y 18 años, que le robaron su cámara y lo apuñalaron, dejándolo gravemente herido. Los adolescentes salieron corriendo para huir de la escena pero uno de ellos, Pablo Kukoc (18), solo llegó a hacer tres cuadras porque dos transeúntes –que habrían visto el robo– lo detuvieron, lo tiraron al piso y le sacaron la cámara que había robado momentos antes al turista que paseaba cerca de Caminito. 

En ese momento llegó Chocobar, integrante de la Policía Local de Avellaneda vestido de civil, y se identificó como miembro de la fuerza. En medio de esa situación, Kukoc logró soltarse y salió corriendo nuevamente. Sin embargo, no llegó mucho más lejos: Chocobar disparó varias veces, unas de ellas al aire, mientras el joven corría de espaldas y no representaba peligro alguno.

Pero los dos últimos disparos (los que se verifican en el video de seguridad) impactaron en el cuerpo de Kukoc. Un proyectil le dio en la pierna: “Ahí Pablo cae, no sé por qué siguió disparando”, lamentó la madre de Kukoc luego de la muerte de su hijo. Según precisó la mujer, el segundo y mortal disparo “fue hecho a menos de siete metros” y “mucho más arriba de la cintura que lo que dicen”.

Pablo Kukoc murió en el hospital Argerich por la gravedad de las heridas, en tanto que el otro joven de 17 años fue detenido, al igual que Chocobar. Sin embargo, el policía fue excarcelado y felicitado por el presidente Mauricio Macri (quien incluso lo invitó a la Casa Rosada); el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Los funcionarios de Cambiemos resaltaron su “valentía” y le expresaron el “orgullo” de tenerlo como parte de las fuerzas de seguridad. 

El juez de Menores Luis Velázquez procesó al uniformado por “homicidio agravado por uso de arma y en exceso de la legítima defensa” y le trabó un embargo de 400.000 pesos sobre sus bienes. Después llegó la confirmación de la Cámara del Crimen, que modificó la carátula a “homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber”.

Tiempo más tarde, la Cámara Nacional de Casación Penal rechazó por “inadmisible” un recurso presentado por los abogados defensores, quienes  decidieron recurrir en queja a la Corte Suprema. Sin embargo, el 30 de octubre el máximo tribunal desestimó el recurso de queja, por lo que el procesamiento de Chocobar quedó firme. 

Un peritaje realizado el 5 de noviembre pasado reveló que la bala que mató a Kukoc primero habría rebotado en el asfalto, aunque esta información no cambia la situación procesal del uniformado.

El caso tomó mucha relevancia no solo por los halagos repetidos por los funcionarios del oficialismo, que usaron este crimen como bandera para alentar a las fuerzas de seguridad a que sigan ejerciendo estos abusos,  sino también por las imágenes de las cámaras de seguridad –que el propio gobierno distribuyó– en las que se puede ver cómo Kukoc corría de espaldas a Chocobar cuando recibió los dos disparos, demostrando así que el joven no representaba ningún peligro para la vida del policía.