El marco de ilegalidad en el que dejó a los cultivadores domésticos la ley de de uso medicinal de la planta de cannabis mantuvo a Alejandro Di Tullio casi dos semanas detenido en el Penal de Devoto. El joven, que cultivaba cannabis en su casa para producir aceites para tratar la escoliosis que sufre su novia y los ataques de pánico con principio de esquizofrenia, fue liberado hoy después de declarar y presentar testimonios sobre el cultivo que realiza para él y su familia. 

"Nunca había tenido un allanamiento, pensé que me estaban robando, no pensé que venían por las plantas, nunca me imaginé eso", contó Alejandro a la Revista THC a poco de salir de la Unidad Penitenciaria y recordó lo que tuvo que pasar dentro del sistema carcelario al que nunca había ingresado: "Jamás estuve preso y no quiero volver en la vida a un lugar así. Con la atención médica y psiquiátrica no te dan bola. A mi directamente me doparon. Fui al psiquiatra, le conté que sufría ataques de pánico y me dijo: bueno te voy a dar dos pastillas por día".

El joven quedó acusado por sembrar y cultivar marihuana, algo que siempre declaró, pero por lo que ordena actualmente la ley de drogas en la Argentina está obligado a demostrarlo ante la Justicia para no ser considerado un traficante. "Hay como 500 o 600 casos iguales, te enteras de eso cuando estás preso. Hay gente que está en Devoto por andar en la calle con dos fasos encima", describió el joven a la revista de cultura canábica. 

Alejandro continúa procesado y mañana mismo deberá recurrir al juzgado a seguir declarando y presentando pruebas que verifiquen que el cultivo es para preservar su salud y la de su novia. "Nosotros lo usábamos de manera muy casera, empezamos a cultivar para tratar problemas médicos nuestros. También le hemos dado una crema con cannabis a mi mamá para calmar sus molestias cuando se fracturó la muñeca. No hacíamos nada parecido a algo ‘abierto al público’", había explicado su novia Eugenia, días después del allanamiento en el que se lo llevaron detenido. 

La ley de investigación médica y científica de uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados, sancionada en marzo de 2017, no incluye el autocultivo con fines medicinales, es decir que tener plantas de marihuana en los hogares para uso personal y terapéutico continúa siendo un delito.  

A casi dos años de la sanción todavía no hay planes concretos para habilitar espacios estatales para cultivar y hacer extractos. Sí se ha creado un registro nacional para recibir el aceite gratis del Estado, sin embargo, éste solamente contempla su importación para los pacientes con epilepsia refractaria. Por ende, no pueden acceder a él quienes padecen dolores crónicos, autismo, fibromialgia, entre otras patologías que podrían tratarse con esta sustancia. De este modo, los cultivadores con fines medicinales como Alejandro quedan en total desamparo.