El promocionado "Venezuela Aid Live", un evento convocado por el multimillonario británico Richard Branson, dueño de la disquera Virgin records, para recaudar fondos para Venezuela y escenificar un respaldo a la "ayuda humanitaria" impulsada por Estados Unidos y el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó se llevó finalmente a cabo hoy en la ciudad colombiana de Cúcuta. Mientras tanto, al otro lado de la frontera, en la ciudad venezolana de Táchira, se desarrolla el recital "Para la guerra nada, concierto por la paz y la vida", convocado por el gobierno de Nicolás Maduro bajo la consigna "Trump hands off Venezuela".

Mientras en los escenarios montados en Cúcuta y Táchira desfilaron los músicos, la tensión se incrementa respecto del desenlace que tendrá el ingreso de las 600 toneladas de "ayuda humanitaria" por parte de la oposición venezolana con el respaldo de Estados Unidos y Colombia. "Decidan de qué lado están en esta hora definitiva. A todos los militares: entre hoy y mañana ustedes definirán cómo quieren ser recordados", escribió Guaidó, titular de la Asamblea Nacional, en su cuenta de Twitter al convocar nuevamente a las Fuerzas Armadas venezolanas, que por el momento se mostraron leales a Maduro. 

Por su parte, Diosdado Cabello, el titular de la Asamblea Nacional Constituyente, que responde al oficialismo, resaltó que para mañana hay convocadas movilizaciones en todo el país y que "la gente va a estar temprano en todas las calles del país por la paz". El también vicepresidente del partido gobernante aseguró desde Táchira que las fronteras a pie con Colombia permanecerá abierta y "todo ocurrirá en paz". 

El gobierno de Nicolás Maduro rechaza la entrada del material, al que Cabello calificó de "desechos", y sostiene que se trata de una violación a la soberanía del país y una provocación que busca dar lugar a una intervención militar extranjera. El puente de Tienditas, que en realidad nunca fue inaugurado, fue bloqueado por militares venezolanos con contenedores y otros obstáculos. 

El secretario general de la ONU, António Guterres, manifestó su "creciente preocupación" por lo que pueda ocurrir mañana y exigió "despolitizar" la asistencia que se quieren ingresar a la fuerza en Venezuela. Guterres se reunió ayer con el secretario de Estado de EE.UU, Mike Pompeo, vocero y articulador del asedio político y económico al gobierno de Maduro, mientras que hoy se reunió con el canciller venezolano, Jorge Arriaza. "Estoy aquí en Nueva York para abrir todos los canales de diálogos posibles", sostuvo Arreaza y desmintió que los militares venezolanos hayan disparado esta mañana contra integrantes de una comunidad indígena en Brasil.    

"Las autoridades colombianas prestan su territorio para una peligrosa operación injerencista liderada por EEUU y se lavan las manos adelantando actos de violencia", había denunciado Arreaza en la previa de su encuentro con Guterres para responder al canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, quien poco antes había responsabilizado a Maduro en caso de que ocurrieran "hechos de violencia en la frontera".

 

Antes de que se encendieran las luces de ambos escenarios, el gobierno de Maduro consiguió nuevos pronunciamientos de respaldo por parte de los ministerios del Exterior de China y Rusia contra lo que denuncian como una injerencia norteamericana.  La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, consideró que "el cruce de la frontera de Venezuela, incitado y encabezado por Washington, por el llamado convoy humanitario puede provocar enfrentamientos entre partidarios y adversarios" y lo calificó como "una provocación peligrosa de gran envergadura".

Además, el gobierno ruso denunció que "hay informes de que compañías de EEUU y de sus aliados en la OTAN barajan adquirir un gran lote de armas y municiones en uno de los países de Europa del Este para luego entregarlas a las fuerzas opositoras de Venezuela" y precisó que podría ocurrir en marzo.  

Poco después, los colombianos Juanes y Carlos Vives; el venezolano Carlos Baute, el dominicano Juan Luis Guerra, el argentino Diego Torres , la mexicana Paulina Rubio, entre otra veintena de artistas ligados con la industria discográfica hispana con base en Miami comenzaron a desfilar por el escenario montado en Cúcuta por el empresario Richard Branson. 

En total fueron algo más de 30 artistas los que respaldaron el ingreso de “ayuda humanitaria” enviada por los países que reconocieron a Guaidó como presidente encargado de Venezuela. 

"Todos los artistas que van a cantar en Colombia deben saber que están cometiendo un crimen. Están apoyando una intervención militar", lamentó el presidente Maduro, quien por el momento no se había hecho presente en el escenario montado por el gobierno bolivariano en Táchira. "La fuerza de nuestro pueblo no la cubren los medios de derecha", lanzó  el titular de la Asamblea Nacional Constituyente —organismo del oficialismo para contrarestar la Asamblea Nacional presidida por Guaidó— y calificó el "Venezuela Aid Live" como "solo un show".