El Ministerio de Hacienda alcanzó un acuerdo con acreedores japoneses que habían rechazado participar del proceso de reestructuración de la deuda. El gobierno argentino se comprometió a desembolsar 26 millones de dólares a un grupo de tenedores de los denominados “bonos samurái”. Los medios japoneses informaron que Argentina abonará el 150 por ciento del capital sobre esos papeles. Los acreedores de los títulos denominados en yenes habían rechazado reestructurar sus pasivos en 2005 y 2010. Los tenedores de bonos samurái, gestionados por dos entidades financieras niponas, fueron convocadas ayer a votar la propuesta argentina. Las cuatro series de bonos fueron emitidas entre los años 1996 y 2000.