River venció anoche a Newell’s por 4-2 en el Monumental y trepó al cuarto puesto de la Superliga, el último en clasificar a la próxima Copa Libertadores. El equipo de Gallardo estiró a siete su racha sin perder (cinco triunfos); mientras que por los rosarinos fue el fin de un invicto del mismo número (tres victorias).

Con el local vestido de negro y rojo, y la visita de blanco y rojo (y algo de negro), hubo que esperar al inicio del encuentro para despejar las dudas sobre quién era quién. Por esas cosas del marketing, River presentaba su camiseta rojinegra frente a Newell’s, histórico apoderado de esos colores, pero las cosas no tardarían demasiado en aclararse ya que, a los tres minutos, el local abrió el marcador con un cabezazo de Martínez Quarta.

De allí en adelante, River se vistió de campeón de América y Newell’s, de equipo de mitad de tabla. Lo de los dirigidos por Gallardo fue muy superior a lo de su rival, a tal punto que De La Cruz –un resistido por el público local– se llevó varios aplausos. El uruguayo es una verdadera apuesta del DT, que lo puso en todos los partidos jugados (diez) por el Millonario durante 2019 –los otros que más jugaron son Borré, Pratto y Armani, con nueve–. Ubicado por izquierda, el hermano de Carlos Sánchez fue un verdadero problema para Nadalín, el lateral derecho de Newell’s.

Justamente sería Nadalín, aunque por la otra banda, quien sería desbordado en lo que sería el 2-0. A los 23, Mayada pisó el acelerador y en pocos metros superó al de Newell’s para meter un centro que encontró solo a Suárez frente al arco, quien marcó de cabeza.

La visita, que llegaba con una racha de siete partidos sin perder (todos con Bidoglio como entrenador) estaba desconocida. La ausencia de Maxi Rodríguez –lesionado– se sentía. Sin embargo, a los 33, una buena presión de Formica sobre la salida de un Rojas excedido en confianza, derivó en el descuento, concretado con una buena definición de Alexis Rodríguez. Nacía la esperanza rosarina de remontar la historia y, a los dos minutos, moría, porque a los 35, el juvenil Ferreira ejecutó un tiro libre al primer palo de Aguerre y puso el 3-1.

En el complemento, los rosarinos mejoraron un poco su imagen, en congruencia con las desatenciones defensivas del local. Pero el festejo sería nuevamente de River, que a los 75 aumentó con un penal del ex Newell’s Scocco. En tiempo de descuento, Leal marcó el 2-4 para maquillar un poco la superioridad del Millonario, que sigue subiendo en la tabla.