La visita se anuncia como una de las más esperadas de los últimos años. Y no es para menos: Tribalistas, el dream team brasileño integrado por Marisa Monte, Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown, se encuentra realizando su primera gira mundial y se presentará este sábado en la Argentina. Aquel recordado disco debut publicado en 2002 se convirtió en un suceso global y llegó a vender más de tres millones de copias. Lo curioso fue que el trío nunca lo presentó en vivo ni promocionó ese conjunto de canciones, ni siquiera en Brasil. En aquellos años, con el álbum en la calle y el fenómeno en boca de todos, algunas cuestiones personales –Monte había sido madre y decidió enfocar sus energías en la maternidad– impidieron una gira de presentación. Y los proyectos personales y las agendas ajustadas de cada uno también complotaron para que el grupo no encontrara el tiempo para tocar en vivo.

Quince años después, Tribalistas es noticia a nivel global: publicó un segundo disco en 2017, bautizado simplemente con el nombre del grupo –al igual que el primero–, y esta vez sí sus integrantes decidieron salir a defender las canciones juntos arriba de un escenario. Arrancaron la gira a mediados del año pasado en Salvador de Bahía (los pagos de Brown), y en octubre y noviembre desembarcaron en Portugal, España, Alemania, Suiza, Inglaterra, Bélgica e Italia, donde también tienen miles de seguidores. El mes pasado desplegaron su potencial musical y poético en cinco ciudades de Estados Unidos, y esta semana llegarán a Uruguay y la Argentina. La cita porteña será el sábado a las 21 en el Luna Park (Bouchard 465). “Siempre fuimos muy bien recibidos, con mucho calor por la gente de la Argentina. Ahora vamos a experimentar eso juntos”, dice Antunes detrás del teléfono, desde Río de Janeiro.

A su lado está Monte, la voz femenina y tropical del grupo. Ella suma su cuota de entusiasmo. “Es muy especial poder vivir este sueño que es encontrarnos con este proyecto colectivo, entre nosotros en el escenario y con la gente cantando”, le dice a PáginaI12 sobre esta situación inédita. “Estamos muy felices de poder estar también en la Argentina porque sabemos que hay mucha gente que sigue la música brasileña, que va a poder celebrar con nosotros las canciones que ya no son más nuestras sino que son parte de la vida de todas las personas. Es fundamental que la Argentina esté incluida en esta gira porque es un país muy próximo, con un intercambio cultural cercano”, sostiene la cantora y compositora carioca.

Algunas de esas canciones que se integraron al cancionero popular latinoamericano y ocupan un lugar privilegiado en la MPB del siglo XXI son “Já sei namorar”, “Velha Infância” y “Passe em casa”, de aquel disco debut, que incluso se convirtieron en la banda sonora de telenovelas del prime time brasileño. En ese trabajo, Tribalistas logró una síntesis original entre la música tradicional de sus respectivas regiones culturales, y la canción pop y contemporánea. Una música sofisticada y popular a la vez. “Es un reflejo de lo que cada uno de nosotros escuchó a lo largo de su vida; tiene sus rasgos de identidad local pero también con muchos espacios en común”, desmenuza Monte. “Pertenecemos a una generación que creció muy en contacto con las tradiciones culturales de nuestro país, de nuestras propias ciudades. Pero también muy abierta hacia el mundo entero. Eso es básico en nuestra formación y se refleja con naturalidad en la música que hacemos”, amplía. Y Antunes aporta detalles sobre el mapa musical tribalista: “El sonido del trío tiene un poco de baião, reggae, balada, axê, todo eso mezclado. Es una mixtura de diferentes ritmos”.

–¿Qué los motivó a grabar un disco después de quince años y presentarlo en vivo, algo que no habían hecho con el anterior?

Marisa Monte: –Tenemos muchas canciones juntos desde siempre. Tenemos un grupo grande de canciones, de este momento y de tiempos anteriores, que queríamos mantener juntas y hacer un registro coral. Antes de hacer el primero disco, ya éramos parceiros hacía diez años. Pasaron quince años desde el primer disco de Tribalistas, pero siempre mantuvimos contacto, el ritmo de la composición colectiva. Entonces, tenemos otra vez un grupo grande de canciones que dialogan entre sí, y queríamos mantenerlas juntas y repetir la experiencia de registrarlas.

Arnaldo Antunes: –Para nosotros esto no es como un retorno después de quince años porque durante todo este tiempo estuvimos juntos, componiendo, grabando. Pero el disco vino de una manera muy parecida a como llegó el primero. Siempre nos interesó la composición conjunta, es una fuente muy fértil, muy natural para los tres. Compusimos un grupo de canciones que nos pidieron ser grabadas. Había una convicción, una relación entre ellas. Por primera vez estaremos encontrándonos en el escenario, y el show cuenta un poco estos años de historia de parceria y engloba el repertorio de ambos álbumes.

–Los tres son compositores y llevan adelante sus proyectos como solistas. ¿Cómo lograron sintetizar sus particularidades en Tribalistas?

A.A.: –Tribalistas tiene una forma propia, diferente, a pesar de tener una marca de la identidad individual de cada uno. Somos diferentes pero complementarios y esa complementariedad creó una identidad particular, algo nuevo. Desde el primer acorde que suena de Tribalistas es posible identificarlo; la conjunción de los timbres de cada uno tiene una marca muy especial, entonces, es como si naciera un cuarto integrante.

M.M.: –Los tres tenemos carreras individuales muy sólidas y muy largas también. Tribalistas para nosotros es un placer y un ejercicio de colectividad. Compartir el escenario, las grabaciones. Hacer una creación de manera colectiva es un trabajo muy interesante, muy rico. Tomamos lo más significativo de la individualidad de cada uno y lo ponemos al servicio para crear un nuevo espécimen. Es un ejercicio de dejar de lado la individualidad en pos de lo colectivo.

En 2016, los músicos se reunieron en secreto en Salvador de Bahía para compartir unos días de descanso y empezar a moldear las nuevas canciones. En marzo del siguiente año, entraron a un estudio en Río de Janeiro para materializar finalmente el segundo disco, que fue recibido con bombos y platillos en el mundillo musical. Según definen ellos mismos, este segundo trabajo “mantiene el espíritu colectivo, el placer de estar juntos y el trazo autoral”. Todas las canciones llevan sus firmas, salvo “Trabalivre” y “Os Peixinhos”, que contaron con la colaboración de la portuguesa Carminho, quien también suma su vibrante voz en la segunda. Y el guitarrista Pedro Baby, quien integra la banda en vivo, comparte autoría en las canciones “Aliança” y “Fora da Memória”.

Si bien la sonoridad y la estética se asemejan al disco anterior –la organicidad de la instrumentación, la potencia de las letras, la versatilidad interpretativa–, la novedad en este caso viene por otro lado: en el nuevo disco se respira un tono más político y social. Y no es casual, claro. El contexto creativo estuvo signado por un fuerte retroceso en materia de derechos humanos en Brasil, y un proceso de inestabilidad política y social: primero fue la destitución ilegal de Dilma Rousseff en 2016 y luego el arribo al poder de Michel Temer, que anticipó la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro a través de las urnas. Y el nuevo gobierno permitió la expansión en la sociedad brasileña de un discurso militarista, machista, homofóbico y xenófobo.

A modo de respuesta, los Tribalistas en “Diáspora” se manifiestan a favor de los movimientos migratorios y los refugiados del mundo. “En el mundo hay refugiados por diversas situaciones: guerras, catástrofes naturales, fenómenos de todo tipo. Y la gente sueña con que no haya más fronteras, con poder circular libremente por el planeta”, entiende Antunes. En “Um Só”, en tanto, celebran la diversidad y la posibilidad de la convivencia entre pensamientos distintos. “Somos comunistas y capitalistas / Somos anarquistas / Somos el patrón / Somos la justicia / Somos el ladrón”, cantan a coro. Y en “Baião do mundo”, por caso, alertan sobre la escasez del agua.

“En estos quince años, además, vivimos una gran revolución tecnológica y de conectividad. De alguna manera, las cuestiones de este nuevo mundo se reflejan en nuestra creación musical actual. A pesar de que hay muchas semejanzas estéticas y en el proceso creativo, nosotros cambiamos y el mundo también ha cambiado mucho”, apunta Monte, en alusión a las similitudes sonoras entre ambos discos.

–A diferencia del anterior, este disco tiene una especial sensibilidad social y política. ¿De qué manera conversa con el contexto de Brasil y la región? En “UmSsó”, por ejemplo, hablan sobre la diversidad y la tolerancia.

A.A.: –No solo ocurre en Brasil, también en el mundo. En un tiempo de tanta intolerancia, es urgente llamar la atención sobre la importancia de la convivencia. Creemos en eso. Y también el hecho de estar juntos, cada uno con su identidad, cada uno proveniente de un estado diferente de Brasil, dos hombres y una mujer, con un acento diferente de su región, hace que lo que hacemos como Tribalistas sea ya un reflejo de la riqueza de la convivencia entre las diferencias y de la posibilidad de que eso sea ampliado. Es importante la convivencia entre credos, razas, ideologías y religión en estos tiempos. Es un llamado de atención al ser humano.

–En Brasil hay una fuerte tradición de parcerías. ¿Consideran que ustedes continúan con esa tradición musical?

M.M.: –Los tres crecimos escuchando grandes encuentros clásicos de la MPB. Desde Dorival Caymmi e Ary Barroso, Chico e Caetano, Rita e Gil, Gil e Jorge Ben, Doces Bárbaros, Novos Baianos, Clube da Esquina. Otros grandes clásicos brasileños también son colaborativos. Los tres crecimos en ese caldo cultural y para nosotros siempre parecía natural. No sé exactamente explicar por qué sucede esto y tampoco sé si hay una explicación, pero considero que es una característica interesante y original de la producción musical nacional.

–En los últimos años creció el intercambio entre artistas argentinos y brasileros. ¿Brasil empezó a escuchar más música latinoamericana en este tiempo?

M.M.: –Esta cercanía es cada vez mayor y varios artistas latinoamericanos hoy son muy queridos de Brasil. En parte, esto refleja también el gran aumento de la música latinoamericana en el mundo.