Luis Miguel ya no es noticia por sus discos sino por sus problemas con los encargados de sonido de sus conciertos. A los gestos y golpes al micrófono usuales para demostrar su descontento, el lunes en Panamá sumó un exabrupto mayor: en medio de la interpretación de “Decídete”, el cantante se acercó al sonidista y le lanzó violentamente su micrófono, ante el asombro del público.