Decir sus nombres, gritar "presente" es el grito que las mantiene vivas en la memoria colectiva. Pero ¿cuál fue la materia preferida de Rut González? ¿Qué profesoras tendrían a maltraer a su hermana Estrella? ¿Le gustaba sentarse en el patio del Normal 2 a María Susana Brocca? ¿Liliana Delfino hablaba de sus amores con las amigas de curso? ¿Se tejió el compromiso político de Julia Huarque mientras estudiaba en la escuela secundaria? Preguntas que sólo pueden responderse en singular, aunque ellas hayan dado la vida por un proyecto colectivo. Son once las detenidas desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar que estudiaron en la escuela Normal número 2, de Santa Fe y Balcarce. María Teresa Latino, Graciela Lo Tufo, María Amarú Luque, María Cristina Márquez, María Sol Pérez y Guillermina Santamarina estudiaron en esa escuela. Allí, el acto del 24 de marzo de 2019 será diferente. "Vamos a hablar de estas ex alumnas. Ellas van a ser las protagonistas del acto, ellas y los alumnos y las alumnas que trabajaron en la investigación", anunció Beatriz Argiroffo, una de las impulsoras. Habrá familiares y organismos de derechos humanos. Y estarán ellas, traídas por la tenacidad de la construcción colectiva.

"El proyecto lo elaboramos con un compañero que se llama Leonardo Simonetta, con quien compartimos una materia que se llama Construcción de Ciudadanía y Participación, del último diseño curricular que está vigente desde 2014. En esta materia hay una unidad que se refiere al terrorismo de estado. Entonces decidimos cubrir esa deuda que tiene el colegio con la memoria, que es la de encontrar los nombres y las historias de quienes circularon por nuestra escuela y fueron víctimas del terrorismo de estado", relata Argiroffo sobre el trabajo que decidió "hacer hincapié en en la historia local, corrernos un poco de esta historia porteñocéntrica que se lee siempre en los manuales que circulan por las escuelas".

La investigación fue ardua, y consistió en el cruce de datos de los índices de los libros matrices y de los legajos que las escuelas orden alfabéticamente. "Para dar con la documentación, tomamos esos libros, los fotografiamos, y cruzamos estos nombres con los que figuran en el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado (Ruvte), que es un documento oficial que se puede consultar en internet. La propuesta fue trabajar con el alumnado, así que el último trimestre del año 2017, con todos los 4º años de la mañana y un par de cursos de la tarde, que están a cargo del profesor Fernando Mut llevamos adelante esta investigación". Dos trimestres -uno de 2017 y otro en 2018- no alcanzaron. "Visto que el trabajo era ciclópeo y no lo podíamos terminar, con Leo, Fer y Micaela Giuliano, otra compañera que se sumó, lo llevamos como tarea de vacaciones. Durante el verano continuamos con esto", relató Argiroffo. Allí encontraron los nombres.

El proyecto no se agota en el acto de mañana. "La tarea que nos queda es trabajar en la reconstrucción de las historias de estas mujeres, en su militancia, con el material periodístico disponible, entrevistas a familiares o a personas que hayan sido sus compañeras o compañeros. Esa es otra tarea que tenemos que planificar y organizar, para darle espesor, profundidad a esto que ya tenemos hecho y que tiene que ver con las historias de estas 11 mujeres que pasaron por nuestra escuela", agregó Argiroffo.