A partir de las ocho y media de la noche, Estados Unidos se paralizará para ver el partido de football americano más importante del año, el Superbowl, la final del campeonato de la National Footbal League (NFL). La fecha, que suma show comercial, musical y deportivo, es una de las retransmisiones más vistas en todo el mundo.

Este año tendrá un condimento adicional: el equipo del que es fanático el presidente Donald Trump, New England Patriots, se medirá con los Atlanta Falcons en búsqueda del anillo de campeón. Lady Gaga, férrea defensora de Hillary Clinton, será la artista invitada, aunque todavía no se sabe si dará algún discurso contra las políticas del mandatario. El vicepresidente Mike Pence estará presente, y Trump no concurrirá al estadio.

El presidente norteamericano es amigo personal del dueño de los Patriots, Robert Kraft, quien concurrió a la asunción del republicano. Kraft, de 75 años, tiene un patrimonio de 5.200 millones de dólares y no oculta su lealtad hacia el republicano, a pesar de que fue uno de los donantes a la campaña presidencial del ex presidente demócrata, Barack Obama.

“Cuando mi esposa murió, él y Melania vinieron al entierro a visitarme, pero además Trump me llamó una vez a la semana por un año. Estuvo en el peor momento de  mi vida intentando levantarme el espíritu y yo de eso no me olvido”, expresó el magnate para explicar su apoyo al republicano.

El presidente norteamericano también tiene amigos en el banco de suplentes y dentro de la cancha. Bill Belichick, el entrenador de los Patriots que logró cuatro Superbowls para el equipo, apoyó también públicamente la campaña de Trump. Inclusive le envió una carta personal antes de su victoria. “Nuestra amistad data de varios años”, dijo a la prensa. Sin embargo, intentó despegarse de la polémica política: “Cualquiera que me conoce sabe que no soy una persona que se interese por la política. Mis comentarios fueron porque tengo una amistad con Donald de varios años”.

El mandatario también le devolvió la atención y, al superar a Hillary Clinton,  dijo que ganó gracias al ejemplo de trabajo del entrenador: “Superé a todos, creo que trabajé más que cualquiera que haya aspirado a la presidencia. Aprendí eso de Belichick".

Tom Brady, el mejor mariscal de campo de la historia, hoy se podrá convertir en el jugador más ganador de la NFL. Él es además otro de los amigos  cercanos de Trump. Una gorra con el lema del republicano “Make America Great Again” fue encontrada en su locker.