El arzobispo de La Plata y obispo auxiliar de Buenos Aires, Gustavo Carrara, recordó la figura del Papa Francisco y afirmó que “creía en el potencial de los humildes para transformar al mundo”.
Carrara fue ordenado como sacerdote por Jorge Bergoglio en el año 1998. Luego, lo acompañó en su trabajo en el territorio con los más humildes, por esta razón, aseguró que el Papa Francisco “es presente y tenemos la esperanza que sea futuro, concretando su legado”.
“Siempre habló a todos con la esperanza que pudieran abrirse a ese mensaje del evangelio que implica un compromiso con todos, especialmente con los más frágiles. Él tenía la esperanza de que todos nos abramos a compartir, a ayudar y que se convierta nuestro corazón, nuestra vida en favor a quienes menos posibilidades ha tenido”, recordó en la 750.
“Francisco levantaba la voz, incomodaba buscando sacar lo mejor del otro para ponerlo al servicio de lo que más necesitan”, agregó.
El arzobispo rememoró el momento en que conoció a Francisco, cuando lo ordenó como sacerdote y lo acompañó en el trabajo con los más humildes.
“Al Papa Francisco tuve la gracia de conocerlo en el seminario y tuve la gracia de que me ordenara de diácono cuando fui párroco en la villa de Bajo Flores. Nos acompañó mucho. Ha sido una fuerte influencia sobre mi persona. Ha sido realmente un padre”, dijo.
“Cuando habló de Dios, habló de cercanía, de ternura, de misericordia, de amor. Nos muestra un Dios cercano y que lo tenemos que hacer cercano con pequeños gestos de amor. Creía en el potencial de los humildes para transformar al mundo”, cerró.
Buenos Aires despide a Francisco
Buenos Aires se suma a la despedida del papa Francisco con una jornada de actividades encabezadas por el arzobispo Jorge García Cuerva. Este sábado, desde las 10, se celebra en la Catedral Metropolitana una misa en honor al pontífice, fallecido el lunes a los 88 años.
La Arquidiócesis convocó a la comunidad a participar en este acto litúrgico central, que se realiza simultáneamente al funeral oficial en el Vaticano. Desde la madrugada, la Plaza de Mayo se encuentra vallada y la avenida Rivadavia permanece cortada para facilitar el acceso de autoridades, referentes sociales y fieles.
Tras la misa, se llevará a cabo un recorrido simbólico alrededor de la plaza en homenaje al Papa Francisco. A las 12, se realizará un almuerzo comunitario bajo el lema "Compartimos la mesa", y a las 13.30 dará inicio la peregrinación titulada "Pacto de amor a Francisco: recorrido por los lugares del dolor".
Esta peregrinación, organizada por la Arquidiócesis, incluye seis paradas en puntos significativos del trabajo pastoral de Bergoglio en la ciudad de Buenos Aires en sus años como arzobispo, entre 1998 y 2013, cuando fue elegido jefe de la Iglesia Católica