¿Viajar en el lomo de un zorro multicolor? ¿Perderse en un laberinto de maíz mágico? ¿Enfrentarse a un hechicero mitológico y travieso como el Dios de la Oscuridad? ¿Sacarle una foto al chupacabra? Aunque parezca un texto inédito de Carlos Castaneda estos son algunos de los incidentes planteados en Víctor & Valentino, la nueva serie animada de Cartoon Network (estrena el sábado 30 a las 20 hs). Se trata del primer programa de la señal encomendado a un latino, Diego Molano, quien aprovechó el envite para revivir el folklore mesoamericano de forma entretenida en sus doce episodios. "Se trata de una mitología bien grande y me divierto muchísimo viendo cómo pueden colarse en una historia para chicos. Son historias gigantes en un episodio de once minutos y tuvimos que crear cuentos con la que los chicos se sintiesen a gusto", dice el ilustrador a Página/12.

Los protagonistas de la entrega son dos niños que se quedan a pasar el verano con su abuelita en Monte Macabro. "No pueden ser más distintos. Víctor actúa muy rápido, es algo sinvergüenza, y Valentino es lo opuesto. No se criaron por los mismos padres y eso explica que sean así", repasa el creador. En cada capítulo el pequeño diablo y el sosegado descubren las rarezas de un lugar que tiene las puertas de la percepción siempre abiertas. El pueblo está influido a nivel visual por la mítica arquitectura acuática de Tenochtitlan y la imaginaria Sunnydale de Buffy La caza vampiros. Lo atractivo de este juego es que todas las fuerzas inexplicables, los personajes tradicionales, la dimensión telepática y el misticismo nace de hechos cotidianos: fiestas de quince, un partido de fútbol, romper un jarrón de la abuela o una tarde de aburrimiento. A su vez, como en Steven Universe de Rebecca Sugar y Summer Camp Island de Julia Pott --dos joyas de Cartoon Network--, el sello autoral se cuela con un toque mágico, la vivacidad de su paleta no se toma respiro y los relatos destilan un espíritu entre naif y sombrío. Según Molano se trata de una comedia sobrenatural, con mucho de su propio árbol genealógico, e invita a quienes vean el programa a que busquen una serie de pistas desplegadas episodio tras episodio. "Los mitos y las leyendas están muy vivas, y como estos dos niños son tan diferentes hay humor, travesuras y mucho de misterio", cuenta quien también participó de Las Chicas Superpoderosas como guionista gráfico.

--¿Cómo se te ocurrió la idea para Víctor & Valentino?

--Surgió como una tesis universitaria. Era un videojuego con tres personajes. Había otro hermanito llamado Vicente. Luego estuve trabajando varios años aquí en California y escuché que estaban abiertos a nuevas ideas, adapté ese viejo proyecto y por suerte me dieron el visto bueno.

--¿Cómo fue hacer la voz de Víctor? ¿Se le ocurrió a partir de algún latiguillo?

--En la serie Víctor tiene una risita algo pícara: "ji ji ji". Yo era algo así de niño y de más grande asumí la personalidad de Valentino. Esas risitas tienen que ver con las travesuras en las que se meten estos dos.

--¿Quedó algo de esa idea de videojuego en la narrativa de la serie?

--Sí, hay un poco. Porque ellos tienen que trabajar juntos. Víctor es más chiquito y se puede meter por lugar pequeños. Valentino es más fuerte y grande. Eso lo usan a su favor en sus aventuras.

--La intención de promover el folclore mesoamericano es lo más vistoso de la serie. ¿Qué te interesó más, lo estético, el mensaje, lo antropológico?

--Como artista, la parte visual, el arte y el diseño indígena aparecieron primero. Eran maestros de lo pictórico, verdaderamente. Las leyendas y mitos mesoamericanos no están tan explotadas como las de otras culturas. Siempre me fascinó la pintura de este tipo, y usé mucho los códices aztecas que son como comics, todas las esculturas o sus pirámides. Mi fascinación viene de ahí. Luego le sumé mi lectura del Popol Vuh. Es un mundo que acá no se conoce si lo comparas con la mitología nórdica, romana, griega o egipcia. Todo el mundo sabe quiénes son Hércules o Thor pero casi nadie sabe de Huitzilopochtli, Chalchiuhtlicue o Quetzalcoatl.

--¿Y cuál es tu favorito de esos personajes mitológicos?  

--Tezcatlipoca, el Dios de la Oscuridad. Es un hechicero divertido que disfruta haciendo el mal aunque en realidad no sea tan villano. Lo dibujamos con un gran sombrero de copa. Es ideal para esta serie.    

--¿Cómo surgió el personaje de la abuelita Chata que es tan tierna, estricta, cariñosa y maléfica a la vez?

--Es mi abuela (risas). Siempre tengo mucha ansiedad cuando hablo con ella. Nunca sé si me va a regañar o mandar besitos.

--¿Creés que películas como El libro de la vida y Coco abrieron la puerta para que una señal como Cartoon Network apueste por un envío de este tipo?

--Soy amigo de Jorge Gutiérrez, el creador de El libro de la vida. Pero en realidad tuve esta idea hacia 2002. Y cuando presenté este proyecto todavía no había estrenado ninguna de las dos películas. No hay influencia, tampoco creo que haya tenido que ver su éxito para que me dieran la luz verde... pero me alegra que hayan salido en esta época porque me encantan las dos.