En una Superliga que se le volvió un cúmulo de frustraciones, Independiente tuvo ayer algo parecido a un desahogo al vencer sobre el final a Vélez Sarsfield por 2-1 en Avellaneda y establecerse en puestos de clasificación a la próxima Copa Sudamericana. Los dirigidos por Holan llegaron así a los 35 puntos, tres por encima de Huracán, el décimo de la tabla. Por su parte, los comandados por Heinze, quienes vieron finalizar una racha de seis partidos sin perder como visitante, se mantienen en el quinto puesto, con 37 unidades.
El inicio del encuentro fue poco amable para los dueños de casa, que venían de ser vapuleados por River (3-0) en el Monumental. A los 8, una mala salida desde el fondo del lateral Bustos, acompañada de una desanimada reacción de Sánchez Miño, posibilitó que Leandro Fernández quede solo frente a Campaña y defina para el 1-0. Justo Fernández, cuyo pase pertenece a Independiente, ponía el primer grito de la tarde-noche.
Para colmo, la frustración de la desventaja inicial aumentaría minutos más tarde cuando el arquero Hoyos despejó de manera increíble un gran cabezazo de Romero. En el complemento, Holan intentó cambiarle la cara a los suyos con la entrada de Gaibor desde el inicio. Y mal no le fue.
El adelantamiento rojo en el campo encontró premio a los 55 con una gran definición de Romero en dos tiempos en el área. Mientras se acercaba el final, Vélez se retrasaba en demasía y apostaba a encontrar uno de los muchos espacios que brindaba el local. Sin embargo, a los 84, un gran tiro libre del ingresado Gaibor dio en el travesaño y le permitió a Pablo Pérez, en la segunda jugada, empujar la pelota abajo del arco, marcar su primer gol en Avellaneda y desatar el contenido desahogo de todo Independiente.