El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró anoche que la suba de 12 por ciento que registró el dólar en marzo no le genera preocupación: “Es prácticamente el mismo que teníamos en octubre”. Además, sostuvo que las “las tasas de interés reales no son tan altas” y le restó importancia al crecimiento record que registró la deuda pública durante su gestión. También se mostró confiado de cara a las elecciones de octubre.  

“El tipo de cambio es prácticamente el mismo que teníamos en octubre cuando empezamos con este programa monetario del Banco Central y con nuestro programa de convergencia al equilibrio primario. En el medio el tipo de cambio primero se apreció y luego se depreció, pero la volatilidad que ha tenido es realmente muy baja”, remarcó Dujovne, quien omitió recordar que al tipo de cambio de octubre, con el que compara, se llegó luego de una suba record mayor al 100 por ciento en el precio del dólar alcanzada en menos de un año, situación que impactó de lleno sobre los niveles de actividad e inflación dejando un escenario muy delicado en términos sociales, con niveles de pobreza record. A su vez, el ministro sostuvo que “las tasas de interés reales no son tan altas”.

El ministro de Hacienda defendió también la suba de tasas que está poniendo en jaque a numerosos sectores industriales que ven subir sus costos al mismo tiempo que la demanda cae. “El Banco Central lo que tiene que lograr es la estabilidad macroeconómica de la Argentina, pero además tiene que lograr que a los depositantes en pesos no se le licuen los ahorros y eso se logra con tasas de interés que superan a la inflación”, aseguró, dejando en claro que las tasas altas no serán transitorias, como había prometido el gobierno apenas las subió. “El drama de la Argentina de los últimos 70 años es que sistemáticamente Argentina ha licuado el ahorro de las familias pagándole tasas inferiores a la inflación. Por eso los argentinos amamos el dólar, no porque tengamos una genética distinta que los chilenos, colombianos, peruanos o brasileños. La tasa de interés tiene que superar a la tasa de inflación y los préstamos que reciben las empresas por supuesto deben ser positivos en términos reales y las empresas tienen que poder construir un esquema de negocios y una productividad que les permitan devolver esos préstamos”, agregó.

--Pero las tasas son astronómicas. –le señaló el periodista.

--Si uno las ajusta por la tasa de inflación, que es muy alta en la Argentina, las tasas reales no lo son tanto, especialmente en el marco de un programa que está orientado a lograr estabilizar la economía y bajar la inflación.

El funcionario también fue consultado sobre la herencia que le dejarán al próximo gobierno.

--¿Macri va a dejar otra bomba para el que lo suceda? Muchos marcan el aumento de la deuda como un tema de preocupación.

--La deuda se produce por el financiamiento del déficit y lo que hemos estado haciendo nosotros es ir eliminando el déficit fiscal. La deuda que emitimos estos años es el reflejo del déficit que nos dejó el kirchnerismo, en un contexto en el cual hemos dejando de emitir dinero desde el Banco Central para el Tesoro y vaciar las reservas del Banco Central y el déficit lo financiamos con deuda como hacen todos los países normales.

Lo que no dijo el ministro, y tampoco le marcaron sus interlocutores, fue que si bien muchos países se financian con deuda, Argentina fue el país que más incrementó su endeudamiento en los últimos cuatro años, a punto tal de generar dudas sobre la sustentabilidad futura de ese endeudamiento.

“En la medida en que dejemos de tener déficit y pasemos a tener superávit, la deuda no solo deja de subir sino que va a empezar a bajar. A eso me refiero cuando hablo de corregir los desequilibrios. La deuda no deja de crecer mágicamente, deja de crecer cuando corregimos nuestro déficit fiscal”, agregó Dujovne.

El ministro también aseguró que en la próxima elección presidencial no solo influirá la crisis económica sino también otros componentes ya que es una elección “sobre futuro y pasado”. “No es solo la economía de marzo y abril, de la urgencia, de la inflación de estos dos meses, que sabemos que es importante, pero donde no tenemos que perder la perspectiva sobre hacia dónde vamos, qué es lo que tenemos que construir los argentinos y cuáles son los errores que no tenemos que volver a cometer y en definitiva creo eso sí va a estar en tela de juicio a la hora de votar en octubre. No podemos subestimar a la sociedad argentina. Todos los argentinos saben que aún teniendo años difíciles lo que estamos construyendo es algo perdurable que puede sacar a la Argentina de las crisis recurrentes y del fracaso que hemos tenido durante décadas”, concluyó reeditando aquella vieja máxima del ex presidente Carlos Menem quien en la década del 90 cuando el aparato productivo estaba siendo destruido y la desocupación crecía hizo campaña diciendo “estamos mal, pero vamos bien”.