Boca dio un paso importante para acceder a los octavos de final de la Copa Libertadores, al vencer a Jorge Wilsterman por la cuarta fecha del Grupo G. Más allá de que no mostró un nivel superlativo, le fue suficiente para golear a un rival muy frágil en su estructura.

Boca afrontó el partido ante los bolivianos con el malestar que le provocó la derrota en Brasil ante Paranaense. La intención de ser el dominador absoluto del juego era la premisa principal, y por ese motivo el técnico presentó a sus mejores hombres, después de las modificaciones que había realizado en Mar del Plata.

La zona del mediocampo era la clave para tener la iniciativa, y en eso se proyectó la idea de juego. Entre Nández y Marcone se encargaban de anticipar a los volantes rivales para quitarles la pelota, y entre Reynoso y Villa se turnaban para abastecer a los delanteros.

Tevez tuvo rápidamente una acción para convertir, pero su remate se fue alto. Wilsterman pudo sostener el asedio local y se animó a salir lentamente hacia el campo rival. Chávez era el que lideraba el circuito ofensivo, y a partir de él los bolivianos llegaron con peligro. En una de esas acciones, un tiro de Serginho se fue muy cerca.

El local mostró ahí un momento de desconcierto, y el asombro fue aún mayor cuando Benedetto falló un penal ante la buena reacción del arquero Giménez. Cuando la incertidumbre se apoderaba del escenario llegó la explosión de Boca cuando Reynoso convirtió de cabeza. La jugada tuvo un gran protagonismo de Buffarini, quien peleó la pelota sobre la derecha, desbordó y la envió al área con mucha precisión. Wilsterman estuvo cerca de empatar al final del primer tiempo, pero Andrada primero y Mas después salvaron en la línea lo que hubiera sido la igualdad visitante. 

Boca salió decidido en el segundo tiempo, y desde el principio acorraló a los bolivianos. Con Reynoso y Tevez más activos, el equipo obligó a los visitantes a replegarse en su campo y apostar solamente al contraataque.

Tevez llegó a los 11 minutos luego de combinar con Benedetto, y el remate salió al lado del palo. El propio Tevez tuvo otra chance tres minutos después, pero Giménez respondió muy bien. En uno de esos avances, el árbitro sancionó otro penal para Boca que dejó muchas dudas, y esta vez Benedetto se quitó la bronca convirtiendo el segundo gol.

El golpe fue muy fuerte para los visitantes, que ya no tenían ideas tan claras para ir por el descuento. Boca controló el desarrollo y logró una diferencia más abultada con dos definiciones exquisitas del ingresado Zárate.